Alas de cuervo // Robb Stark

Capítulo 56 El Norte libre

Robb miró como su mujer se acercaba a la mesa , con la combinación de gente más curiosa de todo Poniente. Sacudiendo la cabeza con diversión, se deslizó en el banco del borde, sentándose junto a Alysanne.

Ser Brienne, Jaime, Tyrion y su escudero, Podrick ,estaban todos encorvados junto a ellos, sosteniendo copas de vino y aparentemente jugando un juego.

-¡Rey en el Norte!-Tyrion vitoreó borracho, sosteniendo su copa en el aire a modo de saludo-¡Únete a nuestro juego!

Después de explicar las reglas a los dos recién llegados, todos los ojos se volvieron hacia Alysanne cuando fue elegida para ser interrogada primero. 

-Está bien-Tyrion entrecerró los ojos, inclinándose más cerca de la mesa con una sonrisa diabólica. -Odiabas a mi padre

-Oh, vamos- puso los ojos en blanco, llevándose la copa a los labios,-mis hijos podrían haberlo adivinado, y acaban de aprender a limpiarse el culo.

-¿Quién hubiera pensado que todos estaríamos sentados alrededor de esta mesa ahora? Todos nosotros hemos estado en lados opuestos en un momento u otro- siguió diciendo Tyrion-No hace tanto los Lannister y los Stark se aborrecían.Y ahora...beben como amigos- bebió vino

-Nunca olvidaré el día que te capturamos Jaime Lannister-suspiró Robb con nostalgia, conteniendo la risa. -El cielo era azul y los pájaros cantaban.

-Sí, sí, sí-Jaime puso los ojos en blanco, aunque sus propios labios también se torcieron divertidos. -Tuviste suerte.

-Me gusta pensar que si no llega a ser por mi astucia no habríamos conseguido vencerte.Que yo vencí al gran Jaime Lannister.- agregó Alysanne, tomando otro sorbo de su taza.

-Y si no llega a ser por mi astucia y valentía no podrías haber salido de Desembarco del Rey

-Oh por dios Jaime, cambia ya de excusa, lo usas para todo.Si no llegas a salvarla tú, ella solita lo habría hecho- dijo Tyrion 

-No me quites protagonismo- frunció el ceño Jaime

-Tranquilo, mi gran león.Si vos no podría haber hecho nada- se rio Alysanne

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-Está bien, su excelencia- Robb sonrió divertido mientras observaba a su esposa comenzar a balancearse de un lado a otro. -¿Qué tal si te llevamos a la cama?

-¿Qué tal si no ?-Ella se rio infantilmente, empujando su dedo contra su hombro. Robb estaba disfrutando, nunca había visto a Alysanne hasta tal punto de borrachera.

-Venga cariño, que te ayudo- Robb le tendió la mano a Alsyanne para ayudarla a salir de la mesa.

-Pfft- se burló ella, apartando su mano-No necesito que ningún hombre me ayude. ¡Soy una maldita Reina !¡He montado un dragón!

-Está bien, montadora de dragones- sonrió Robb, retrocediendo y cruzando los brazos sobre el pecho mientras la observaba desesperadamente luchar por levantar las piernas . Sus intentos terminaron con Alysanne cayéndose del banco de culo.

Robb dejó escapar una carcajada antes de moverse para ayudarla. Él la habría cargado sobre su hombro si él mismo no estuviera bastante borracho.

Comenzaron el corto camino de regreso a sus habitaciones. Una vez que llegaron al último pasillo, Alysanne se apoyó contra la puerta y entró a trompicones, riéndose todo el tiempo.

-Ven aquí, Rey en el Norte- le señaló, caminando hacia la cama y adoptando una expresión sensual.-Muéstrame porque te llaman lobo-aulló

-Si crees que me voy a acostar contigo en ese estado, estás muy equivocada, Alysanne Stark- sacudió la cabeza con diversión, tirando de las tiras de sus pantalones. Alysanne se dejó caer de nuevo en la cama, su sonrisa se borró.