Capítulo 5

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Al entrar en el coche, Harry y Pepper seguían riéndose de la camarera de la cafetería y de la mirada de asombro de ésta al reconocer a Pepper, lo que hizo que Pepper le contara a Harry con todo detalle cómo había llegado hasta donde estaba, en lo que a negocios se refiere.
-¿Así que acabas de rociar con gas pimienta a su guardaespaldas, ahora novio, porque no te dejó entrar cuando encontraste un gran error en los archivos de contabilidad?-.

Pepper asintió, -Happy me ha perdonado desde entonces por eso, sobre todo cuando Tony se alegró de que lo encontrara, había puesto deliberadamente en los archivos, para ver si alguien venía a hablar con él sobre eso. Para descubrir que fue el interno el que se presentó. Bueno, digamos que el director del departamento de finanzas todavía me mira mal cada vez que me ve-.

Harry jadeó, -¿se le permitió quedarse?-.

Pepper asintió, -fue más bien una prueba de la eficiencia del departamento, y no una transacción real que tuvo lugar. Se habló con él; se le mostró su error y sé por otros que el departamento funciona mejor que en años-.

Harry silbó, impresionado, -¿y esto fue qué, en tu primer año de trabajo allí?-.

Pepper asintió, -Tony me pidió que me convirtiera en su asistente personal poco después, y salvo por el mejor sueldo, me encanta hacerlo. A pesar de que es un gran jefe, sigue siendo un ingeniero de corazón, así que se pierde mucho en la invención, yo estoy ahí para sacarlo de sus juergas y asegurarme de que asiste a una reunión o evento cuando se le olvida. O en las raras ocasiones, asistir por él, cuando no lo hace o no puede parar su juerga inventora-.

Harry tarareó, gustándole lo que había escuchado hasta el momento, después de todo le encantaba asegurarse de que su empresa hiciera innovaciones para ayudar a las personas más mejoradas de la sociedad, especialmente ahora que se estaban convirtiendo en la norma.

Antes de que entraran en la autopista, para llegar a la mansión de los Black en las afueras de Los Ángeles, alguien llamó al teléfono de Harry.

Con una ceja levantada, descolgó, con la curiosidad de saber quién le llamaría ya.

-Habla Hadrian Black-.

Una tímida voz de mujer sonó al otro lado -Sr. Black, soy la Sra. Forks, bueno la antigua Sra. Forks, seré la Sra. Abernaty cuando se resuelva el divorcio-.

Harry tarareó -Supongo que esto se debe a la llamada telefónica que hice con su pronto ex marido-.

-Sí, señor-.

Harry volvió a tararear -No me gusta que me engañen, señora Abernaty, pero tengo la sensación de que usted también lo hizo-.

Al oír esto, tanto él como Pepper escucharon los mocos de ella al otro lado.

-Sabes qué, pásate por el MI esta tarde y pregunta por mí, para que podamos aclarar esto, ya que obviamente han pasado cosas desde la última vez que hablamos. ¿Es una posibilidad para ti?-.

La Sra. Abernaty tartamudeó, -sí, quiero decir, eso debería funcionar, puedo llegar a la 1 PM, si es posible, señor, así puedo recoger a mis hijos de la escuela a las 3-.

Mirando a Pepper, que se encogió de hombros en señal de acuerdo, Harry respondió -La una está bien, Sra. Abernaty, la veré pronto-.

Tras una despedida, terminó la llamada, gimiendo, mientras Pepper sonreía.

-Ah, lo de salvar a la gente Potter se ve en acción otra vez-.

Harry le sopló una frambuesa a la mujer que estaba a su lado, sonriendo después, aunque ella tenía razón, pero él tenía un buen presentimiento sobre la charla que se avecinaba.

BETWEEN TECHNOLOGY, MAGIC AND DEATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora