Capítulo 17

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Tony se había puesto en contacto con Rhodey y le había pedido que se pasara por su casa. Tenía algo para su mejor amigo, que también complacería a los altos mandos de las Fuerzas Armadas.

Intrigado, el otro hombre había dado este mensaje a los mandos y se le permitió tomar un permiso para ir a visitar a su mejor amigo, con la curiosidad, al igual que sus superiores, de saber qué le daría el genio que también complaciera a los superiores.

Tuvo una idea, pero la descartó rápidamente, era imposible que Tony le regalara un traje sin más.

Una vez en la mansión de Tony en Malibú, su mejor amigo lo sentó y le puso un contrato delante.

Arqueando una ceja, miró al genio -¿Qué es esto?-.

Tony se limitó a sonreír, -léelo primero, cariño-.

Rhodey resopló, pero tomó el contrato y lo revisó. Pudo reconocer la forma en que Tony ponía las cosas, con algunas alteraciones hechas sin duda por Pepper. Al llegar al final del contrato de varias páginas, miró a su mejor amigo a los ojos.

-¿Esto es de verdad?-.

Tony asintió -He terminado de fabricar armas, pero también sé que si me quedara con esta tecnología sólo para mí, tendría un juicio en pocos meses, sobre todo con la eficacia que ha demostrado el traje.

No planeo hacer varias copias, tal vez una más para Pepper. Pero de todos modos, confío en ti con un traje, y sé que los jefes confían en ti... así que Harry y yo pensamos que sería una gran idea darte uno propio-.

La ceja de Rhodey se arqueó de nuevo, con una sonrisa en la cara -¿Yo y Harry?-.

Tony resopló, pero la sonrisa en su rostro lo traicionó, -sí, yo y Harry. De todos modos, Harry me dijo que Hammer consiguió el contrato con los militares, así que, de todos modos, es por lo que puse que sólo yo me ocupara del mantenimiento, y de las actualizaciones y cosas por el estilo... no confío en él y tampoco Harry, no quiero que ponga sus manos en mi tecnología-.

Rhodey se encogió de hombros -No veo nada malo en ello, aunque necesito el permiso de los jefes. ¿Te importa si los llamo?-.

Agitando una mano, Rhodey llamó a sus superiores, JARVIS se aseguró de poner la conversación en el sistema de la casa, para que estuviera en altavoz, y Tony pudiera escuchar todo lo que se decía, y responder a cualquier pregunta dirigida a él.

Decir que los mandos estaban saltando en sus asientos, era decir poco, estaban en las nubes, por tener un traje para su propia misión, mientras Rhodey pudiera pilotarlo. También estuvieron de acuerdo con todas las cláusulas que Tony puso en el contrato y le dijeron a Rhodey que firmara de inmediato.

Terminando la llamada con sus superiores, Rhodey tomó el contrato que Tony le había dado y lo firmó, Tony lo tomó después y firmó también. JARVIS se aseguró de escanearlo antes de que Tony se lo diera a Rhodey para que lo archivara en el ejército.

Sonriendo a su mejor amigo, -¿quieres ir a elegir los colores? Puedo hacer que JARVIS lo pinte antes de que vuelvas a la base-.

Como un niño en una tienda de caramelos, Rhodey siguió a Tony hasta el laboratorio, donde su traje, SU traje, estaba dispuesto en todas sus partes, dándole la oportunidad de mirarlo también.

Puede que Tony sea el genio entre los dos, pero aún así se había graduado en el MIT con bastantes notas, a un ritmo normal además. Por lo tanto, mirar por encima de esta pieza de tecnología, fue genial para ver. Aunque sabía por qué Tony ya no fabricaba armas, el hecho de que quisiera estar en deuda con la gente que había sido herida, asesinada u obligada a huir de sus casas por culpa de estas armas y quisiera limpiar lo que había hecho le decía mucho sobre su mejor amigo.

BETWEEN TECHNOLOGY, MAGIC AND DEATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora