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Después de unos meses de comerse a besos por los pasillos y hacer... Otras cosas en armarios y aulas... Lily le abordó, lo había hecho antes de las vacaciones de Navidad. Le extrañó que no lo hubiera hecho antes.

-Sev... Verus- Ya no le llamaba como antes- ¿Tienes un minuto?

La miró, le hizo una señal y se metieron en una clase vacía. Ya sabía lo que quería: Tratar el tema de él y Sirius.

-Creo que deberíamos hablar...- Él se apoyó en una mesa. No habían vuelto a hablar de verdad desde hacía dos años. Desde que la llamó Sangre Sucia- Deberíamos hablar de Sirius.

-Te escucho.

-No creo que sea conveniente que Sirius y tú sigáis juntos.

-¿Por qué?- La miró. Esta vez no la miró como Lily. Analizó sus pupilas, sus gestos, su sudor, el tono de su voz...

-No creo que Sirius sea feliz a tu lado. No creo que seáis compatibles. Sinceramente, no creo que le hagas bien estando con ella...- No mentía, lo pensaba de verdad- No creo que seas una buena influencia para ella.

-Dame pruebas...- La chica le miró interrogante- Dame pruebas de eso... Sus notas no han bajado, de hecho han subido. No se ha perdido ninguna reunión del equipo de Quidditch. Vuelve a hablar con su hermano. No se ha perdido ninguna salida de Hogsmeade con vosotros. No va por los pasillos cruciando a la gente o resucitando muertos- La miró con algo más de dureza. Había repetido esta conversación mil veces en su cabeza porque sabía que en algún momento ocurriría. Pero en la vida real, estaba mucho más cabreado- ¿Qué más quieres, Lily? ¿Quieres que la convierta en la futura Ministra de Magia para demostrarte que no le hago ningún mal?

-Eso no es lo importante...

Se levantó y la encaró. Hacía años que no estaba tan cerca de ella, ahora él era mucho más alto. Ella mucho más bella. Aún la quería, pero estaba muy enfadado- ¿Y quién decide qué es o no importante? ¿Tú? ¿Potter?- Se rió- Mira, no voy a dejar a Sirius y ella no va a dejarme. Vamos a seguir juntos, os parezca bien o no. Haceos a la idea...- Se alejó ligeramente, la chica no había parpadeado, le miraba desafiante. No tenía gracia, prefería cuando Sirius ladeaba la cabeza en sumisión ante su presencia- ¿Y lo que ella produce en mí? Eso no lo habéis pensado... No... Los Gryffindor solo sois nobles entre vosotros... Hipócritas...- Nunca pensó que un insulto (aparte del día del cabreo) saldría de su boca dirigido a la pelirroja. Ni en un millón de años- Ella me hace feliz...- ¿Por qué había dicho eso?- Y no nos vais a separar. Vosotros veréis lo que hacéis... Sirius no va a tener paciencia infinita para siempre- Iba a marcharse y la otra lo detuvo con un "Espera..."- ¿Qué quieres?

Dudó- ¿De verdad te hace feliz?

¿Qué le respondía?

Él... La quería, quería a Lily. La amaba. Era tan buena con todo el mundo, viendo siempre lo mejor de los demás, era una belleza. Fuerte, firme, tierna, inteligente, amable...

Como Sirius.

La sonrisa blanca coronada por una cabellera oscura y los ojos claros de la chica se coló en sus pensamientos.

Tan bonita esforzándose en obedecer sus designios. A veces, porque lo ordenaba. A veces, porque quería. Con esas muecas raras que ponía cuando no entendía lo que leía. Mirándole con esos ojos plata cuando quería un simple permiso para abrazarle o darle un beso. Con ese sonrojo tan bello cuando tenía un orgasmo bajo sus dedos. Con su pelo al viento cuando caminaba.

Si cerraba los ojos, había más plata que verde. Más moreno que pelirrojo.

-Lily, nunca he sido más feliz en mi vida. ¿Qué más quieres que te diga? Es la primera persona en quién pienso cuando despierto cada mañana. Y la última en quién pienso antes de dormir. ¿Conoces esa sensación?- Mintió enfadado. Claro que sabía que ella lo conocía, y no era él quien estaba en sus pensamientos cuando eso sucedía.

Puzzle De FetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora