Puzzle De Fetiches

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Allí, en la mansión Greengrass, se topó con medio Slytherin y parte de Ravenclaw. Había un ambiente cordial, se saludaron y entablaron conversaciones neutrales, se trataron en voz baja los asuntos de negocios y las señoras forjaban relaciones y matrimonios arreglados entre cotilleo y cotilleo.

Admiró la casa, de un estilo algo más moderno que las otras casas mágicas que conocía, pero los Greengrass no eran precisamente los magos más arraigados al pasado: si bien se casaban entre sangrepuras, no eran reacios a los cambios y había visto a la extirpe Greengrass usar vaqueros y sabía que habían ido a centros comerciales muggle y al cine.

-Orión- En silla de ruedas se acercó Nott padre, detrás estaba su hijo: compañero y Prefecto de Slytherin. Padre e hijo se parecían mucho: de pelo castaño liso con el flequillo de lado, ojos marrones y sonrisa pícara, la piel de Nott era pálida, supuso que eso sería de su madre, pues el mayor parecía un obrero de la construcción muggle de lo moreno que era.

-Nathan, ¿Cómo vas? Te veo mejor- Se estrecharon la mano.

-Tengo mis días... Se nos lleve pronto la Diosa Hécate, Orión, el maldito Arthur... Qué pronto se ha ido- Chasqueó la lengua- Cuidaremos a su familia, no lo tengo en duda- A continuación, le miró a él- Tu debes de ser Severus Snape, ¿cierto?- Se estrecharon la mano- Mi hijo me ha hablado muy bien de ti... Felicidades por tu intervención con el asunto Avery...- Chasqueó de nuevo la lengua y habló en mucho susurro, tanto, que tuvo que leerle los labios- Acciones de mi empresa no va a comprar más eso te lo aseguro. Coger a una chica, en el mismísimo Hogwarts- Pocos lo sabían, pero Nott si, y con la relación entre el patriarca Nott y Sirius no le extrañaba que su hijo se lo hubiera contado- La primera vez en mi larga vida que le doy la razón a los movimientos de Dumbledore, pero debería haberlo echado antes, así te lo digo.

-Papá, no digas esas cosas en público- Todos se rieron ligeramente- ¿Cómo vas Snape?

-Bien. ¿Y tú? ¿Has estado viendo lo que me escribiste el otro día?

-Si, la verdad es que tenías razón con lo del libro, es mucho mejor la edición antigua que la nueva. Creo que reharé el trabajo de Criaturas con lo que aprendí del libro. No se, no estoy muy seguro, lo mismo lo meto como anexo, porque con lo que ha pasado vamos a tener mil reuniones la semana que viene.

-Déjate de tonterías Nathan, y estudia- Le dijo el hombre a su hijo.

-No se preocupe señor Nott, que su hijo va a estar conmigo y yo lo vigilo- Sirius, que estaba detrás de ellos con otras chicas de Slytherin, se giró a saludar.

-¡Ah! Mi chica preferida junto con mi esposa, mi hija y mi nuera- Sirius se agachó a la altura del hombre que cogió sus manos entre las suyas y las besó mientras ella sonreía- ¿Cómo estás, querida mía? Ya me ha contado mi Nathan lo que te pasó. Una verdadera desgracia- Le miró y el resto lo hizo- Pero me alegro de que tengas a un hombre a tu lado que te proteja como te mereces- El hombre le dio un golpe en la nariz con cariño- Aunque no dudo que si hubieras estado en mejores condiciones, te habrías encargado de él.

-No lo dude, señor Nott- Se puso en pie- Ahora debe descansar, y de las cosas de la empresa nos encargamos Nath y yo- ¿Ahora llamaba por su nombre de pila a su compañero cuando no lo hacía ni él?- Y de los estudios, se encarga Severus.

Levantó las manos- Está bien, este viejo se va a apartar y va a dejar a las nuevas generaciones encargarse de los números.

Poco después, fueron con el viudo de Greengrass. Un hombre muy guapo, de tez aceitunada, ojos azules eléctricos rojos de llorar y pelo negro corto. Regulus estaba del brazo de él y Walburga llevaba en brazos a, supuso por el parecido físico, su hija más pequeña que no tendría más de 6 años. Su compañero, también estaba allí, del brazo de un chico de quinto de Hufflepuff con el que tenía "algo". Todos iban de riguroso negro.