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Despertó y lo primero que hizo fue, coger la palangana que medio vislumbró en la semi penumbra, y vomitar.

Tenía los pies en el suelo con la manta enredada.

Recordaba beber, recordaba llegar dando tumbos...

Recordaba a la pelirroja.

Recordaba a Sirius cabreada mandándole dormir al sofá en vez de a la cama.

Quiso sonrojarse al pensar que esa imagen la había vivido mil veces de manos de sus padres.

Quién le ha visto y quién le ve.

Al menos ellos no se habían gritado como dos energúmenos y, al menos, él no había abofeteado a Sirius.

Con la varita, y tras dos minutos intentando recordar a que planeta del sistema solar pertenecía, encendió una cuantas velas. Vio un par de pociones para la resaca y una nota. La leyó mientras se bebía una intentando no vomitar:

"Estoy en casa de los padres de James.

Querían ver como estaba y he preferido que me vean caminar por mi propio pie.

Es probable que me quede a cenar pero volveré como muy tarde a las doce o la una.

Sirius.

P.D: esto es una nota para avisar que voy a llegar tarde, puedes usarla de ejemplo para tu próxima excursión al Caldero Chorreante."

Vale... Estaba cabreada todavía.

Debía decir que Sirius enfadada tenía mucho ingenio y una lengua afilada.

Y una pose de mujer fuerte y empoderada que deseaba doblegar hasta tenerla como siempre: debajo de él, abierta, mojada y gimiente.

Vale.

Puede, y solo puede... Que la haya cagado...

Pero... ¿¡Y qué más daba!? Eso era cosa suya y Sirius podía cerrar la puta boca y obedecer...

-Aunque...- Dijo en voz alta- No parece que el ordenarle cosas vaya a funcionar esta vez...

Había roto la primera regla del Libro del Dominante: no había confianza ni comunicación.

Y puede que todo se estuviera yendo al garete.

Necesitaba... Una solución.

Porque Sirius era suya y no podía alejarse de ella, al menos ahora, porque no podría tenerla bajo su yugo.

Necesitaba una perspectiva externa.

No iba a hablar con Potter ni Lupin.

Ni con Regulus.

Se bebió la otra poción, se lavó la cara y cambió los zapatos por las botas. Luego, se puso la chupa de cuero.

Antes de cerrar la puerta, caminó de nuevo comedor adentro. Cogió la nota de Sirius y le dio la vuelta:

"Necesito dar una vuelta y que me de el aire. Ceno por ahí pero volveré sobre la misma hora que tú.

Severus.

P.D: ¿Así está bien o quieres un cartel luminoso de neón propio de Las Vegas?"

Cerró la puerta, emitió un suspiro fuerte y se encendió un cigarro mientras cogía la moto.

¿Dónde acabó?

En el pub.

Entró, hoy había partido, así que había bastante gente. Era cuando más caja se hacía, aparte de los findes, porque el menú era barato, bueno y demandado.

Puzzle De FetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora