Enero se acababa en pocos días y con él parecía que también las fuertes nevadas, pero no lo hacían los días grises, nublados, helados, tormentosos y de aguanieve.
Sirius y él salían de la biblioteca de la mano. La chica estaba risueña, contenta, ante la perspectiva de unas horas libres antes de la cena. Aunque fuera viernes, iban a estudiar por la noche pero le había concedido unas horas de descanso antes de la última comida del día para recompensarla.
Recompensa por la brutal mamada en la sala de profesores contra la mesa principal. Menudas ideas tenía cuando se aburría. Había de cada idea detrás de esa cabecita morena. Era un sitio peligroso, podían pillarles... Pero ahí radicaba el morbo de ello.
Potter se cruzó con ellos, tenía ojeras de no dormir, como todo quinto y todo séptimo. Iba con un café en la mano.
-Hola Canuto... Snape...- Se saludaron con un ademán de cabeza- Oye, Sirius, en realidad vengo en representación del equipo de Quidditch...
-Usted dirá, Capitán Potter- Dijo ella con humor.
-Necesito que juegues mañana...
-¿Y eso? ¿A quién sustituyo?- Ella levantó la mano para no dejarle contestar- A ver si lo adivino, ¿Frank?- El de gafas asintió.
-Está K.O en la Enfermería y dudo mucho que se despierte hoy o mañana... O pasado- No parecía grave por su tono de voz.
-¿Y eso? ¿Ha vuelto a intentar llamar la atención de Alice haciendo un vuelo de exhibición y se ha comido otro árbol?
-Lo que se ha comido es un cuarto de kilo de huevas de Doxyes... Para impresionar a Alice- Añadió intentando no reírse.
-Joder con Longbottom...- Dijo él- ¿Un cuarto de kilo? Que puto asco.
-Si... Si quería impresionar a Alice debería haberse comido un kilo entero- La chica se rió. Él también lo hizo por dentro.
-Sirius... Eso es cruel...
-No me seas moñas de mierda, James Potter, que no está tu novia delante...
El chico miró al techo ligeramente sonrojado. ¿Así habría sido su vida si hubiera salido con Lily? ¿Teniendo que reprimir su humor? ¿Sus bromas? ¿Su forma de ser? ¿Su crueldad? ¿Su poder? ¿Habría merecido la pena si lo hubiera hecho?
Quería creer que si.
Pero lo dudaba.
Últimamente pensaba que ella y él hubieran acabado discutiendo mucho por esos temas y habrían acabado rompiendo.
Si ya era malo comunicándose, como para hacerlo con Lily que siempre le instaba a contarle todo incluso cuando solo quería estar callado y dejar que se le pasase el enfado.
Con Sirius era más fácil. Una orden dicha, una orden cumplida.
Para cuando volvió en sí, la conversación entre ambos amigos había acabado y Sirius iba de su mano de camino al pasillo.
Iba aún más risueña, seguramente por saber que iría a jugar al día siguiente.
Acabaron en un clase vacía, disfrutando de la compañía mutua. Con el pasar de los meses la chica se había vuelto una grata compañía, incluso cuando no hacían nada. Su presencia era, muy parecida a la de Regulus, calmada, sosegada... Si tenía un mal día, Regulus solía darle un café y desearle un buen día o simplemente darle una conversación sencilla que lo dejase a su aire, y a la vez, le distrajera.
Sirius era ahora otra amiga que actuaba igual. Le daba espacio, le dejaba ir a su ritmo...
Por eso dudaba que él hubiera durado mucho con Lily. Lily necesitaba "saber" que todo iba bien, control de la situación... Y no siempre podía ir todo bien. Y él era muy de evadirse y enfadarse por qué si.
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Puzzle De Fetiches
RomanceEl joven Severus Snape tiene un fetiche. No es un fetiche muy raro. Y tampoco le hubiera extrañado a nadie que lo tuviese dado que, al fin y al cabo, vivía en el límite de las Artes Oscuras. La jovencita Sirius Black tiene un fetiche que es absoluta...