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Tuvo que separase de ella un par de días y centrarse en estudiar y trabajar como un uro mágico, por qué necesitaban acabar su plan de estudios antes de volver el día 2.

Se centró, más o menos, aunque "pensó" en ella varias veces al día, muy intensamente, sobre todo por la noche.

No podía sacársela de la cabeza, a pesar de que lo quería.

Llegó a soñar con ella, con su pelo, su tacto, su olor, sus gemidos, su sabor... Básicamente, su pijama y sus sábanas tenían que pasar por un hechizo de limpieza cada mañana.

Ella le escribió en algún momento de la mañana, vio su mensaje en el espejo después de ducharse tras salir de la fábrica:

-¿Cena esta noche en mi casa? Vendrán los chicos a escuchar el partido. Entiendo si no quieres venir pero han preguntado por ti

¿Cenar en casa de Sirius con Potter y compañía? No, gracias.

Tenía que estudiar.

Pero... La tentación...

Besar a Sirius delante de Potter solo para ver su cara indignada. Y claro, Potter besaría a Lily.

Llevaba muchos días sin pensar en ella.

Quizás, debía ir y procesar que sentía por ella.

¿La amaba? No.

Volvió a dudar. ¿Seguía enamorado de ella o no?

Pero... No sabía... No sabía vivir sin amarla.

No sabía vivir sin su piel clara, sus pequeñas pecas, sus ojos verdes como el pasto y su pelo rojo como fuego.

No sabía cómo.

Cuando se dio cuenta, estaba en la cama con la espalda contra la almohada, aún con la toalla puesta y fumándose otro cigarro.

Necesitaba aclararse del tema.

Por qué si no la amaba... ¿Qué iba a ser de él?

Acabó contestando un escueto "Si" en el espejo y ella le dio una hora al instante.

Le seguía resultando adorable que ella esperase sus mensajes.

Se puso unos pitillos negros, las botas del trabajo y una camiseta y sudadera negra con capucha que Sirius le había prestado.

En serio, cada habitación de invitados de la casa tenía un armario con ropa para cada persona que ella conocía. Tenía una armario entero de ropa solo para él, no había visto tanta ropa en su vida.

Bajó a la cocina- ¿Papá?

-En la alacena...

Se acercó a la habitación- Oye...

-¿Vas a salir, no?

No se por qué, le dio algo de ¿pena? Era su primera Navidad viudo. Sin su mujer, su hijo se evadía en los estudios, el alcohol y una mujer para no pensar.

A pesar de todo, seguía siendo su padre.

Otra cosa más para añadir a su mochila de mierda por procesar.

-Si, no vendré a dormir... Pero Sirius quería venir mañana a comer- Mintió - Algo sobre no sé qué receta...

-¿Uno de sus deliciosos experimentos?- El hombre estaba algo más alegre.

Severus niño alegrándose de hacer feliz a papá.

¿Y se quejaba él de los traumas de Sirius?

-Si... No sabe estarse quieta... Me voy o llegaré tarde...

Puzzle De FetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora