Quiero ser tú Alfa

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ALFAS IDIOTAS

Había pasado una semana más y la tensión entre ambas madres iba en un extraño aumento, Rubén solía escaparse de su habitación hasta la de Samuel, con la excusa de solicitar su ayuda con varias tareas, mientras calma el habiente en ese cuarto con sus feromonas para que el omega no se sintiera completamente amenazado por la lucha de aromas. El azabache tenía muy en claro las intenciones del castaño, pero necesitaba calmarse y sus feromonas lo lograba, así que le seguía el juego.

El sonido de otro objeto estrellándose contra el suelo y partiéndose en varios fragmentos.
Ambos bajaron rápidamente las escaleras, para toparse con ambas mujeres.

-¡¡Ya no puedo seguir viviendo así!!- exclamó Akira molesta, golpeando la mesa con sus manos.

Nieves bufó- Es verdad, las cosas no son como eran antes. Realmente nos precipitamos a vivir juntas con nuestros hijos sin pensarlo mucho realmente- dijo un tanto melancólica.

-Entonces tendremos que empezar de nuevo- dijo Akira.

-Tendremos que volver a vender la casa, por mientras Rubén y yo nos iremos mañana- afirmó Nieves mientras Akira asentía.

Otra vez tomando decisiones a la ligera. Samuel amaba a su madre, pero a veces sus actitudes le molestaban demasiado- un momento ¿Qué esta pasando?- inquirió molesto.

-Sami, perdón- se disculpó su madre- al final, fue imposible convivir entre nosotras. Empezamos esta nueva forma de vida en contra de tus deseos... pero al final las cosas no resultaron como esperábamos- sentenció Akira.

-Volveremos a nuestra vida de antes- suspiró la pelirroja- no es necesario que volvamos a vernos-.

La sala se quedó en silencio completamente, Samuel estaba procesando la situación, todo era demasiado repentino ¿Qué creyeron, qué todo sería miel sobre hojuelas? era lógico que no siempre se llevarían bien, pero aquello era normal, todas las familias pelean.

-Entonces ¿voy a tener que cambiar de instituto nuevamente?- preguntó un desolado Rubén.

El omega apretó sus puños con fuerza.

-Lo mejor es que nos alejemos de los De Luque, Rubén- dijo Nieves.

Rubén suspiró resignado- en fin... y yo que ya me había acostumbrado al nuevo instituto-.

El silencio nuevamente, ahora que al final se había acostumbrado a las actitudes burlonas del alfa a su lado, ahora que al final se interesaba por conocerlo un poco mejor... ahora pasaba esto.

-¡¡E~esperen un momento!!- pidió Samuel- ¿les parece bien llegar a esa conclusión tan abruptamente? ¿No se arrepentirán luego?- preguntó un poco exasperado- nos impusieron este cambio casi a la fuerza ¿y ahora nos separaremos como si nada?-.

-Samuel ¿por qué? Tú estabas en contra de todo esto- dijo su madre sorprendida- ahora será todo como tú querías ¿No estás feliz?-.

-Si... yo quería volver a mi vida de antes, pero...-.

-¿Pero qué?-.

-Yo... sigo pensando que esta unión es rarísima, pero me di cuenta de que los Doblas son buenas personas... y empecé a pensar que quizás esto resulte- dijo rápidamente -¡¡sin embargo, ustedes dos cambia de opinión tan rápido!! ¿Cómo pueden olvidarse tan fácilmente de las últimas semanas?- cuestionó.