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Las clases continuaron normales aquella semana, llegado el viernes por la tarde tuvieron que presentar en grupo aquellos trabajos que les habían designado hacer durante el viaje de estudio. Razón por la cual cada grupo se quedaba una hora de más en la biblioteca o en sus salones para terminar de organizarse.

-¡¡Increíble Willy, lo lograste!!- escucharon al ingresar nuevamente luego del anteúltimo receso de aquella tarde.

Samuel y Luzu observaron al Alfa siendo rodeado por sus demás compañeros de clases quienes continuaban elogiándolo por algo de lo que aún no se habían enterado.

-¿De qué están hablando?- preguntó Samuel mientras Luzu tomaba asiento en su banco y los observaba de cerca.

-A Willy solamente le falta ganar un partido más para poder participar en el torneo nacional intercolegial- respondió una Omega a la pregunta de Samuel.

-¿Eh? ¿En serio?- inquirió el Omega sorprendido.

-¡¡Así es!!- exclamó Willy- sólo falta un partido, yo voy a ser quien represente a nuestro instituto en el siguiente torneo y vendré con el triunfo- sentenció victorioso y con toda la fe que pudiera albergar.

-¿Pudiste quedar en el torneo de otoño para llegar hasta aquí?- preguntó Samuel incrédulo.

Willy llevó sus manos al azabache cabello de Samuel para revolverlo- ¡¡Raaataaa, eres mi compañero de club!!- se quejó.

-Ya, ya, solamente era una bromilla- se defendió el Omega entre risas- felicidades y mucha suerte, el próximo partido es mañana sábado ¿verdad?- preguntó mientras Willy asentía- entonces vendremos a animarte con los demás miembros del club, así que tienes que ganar- agregó chocando su mano con la del Alfa.

-Confía, seré quien gane sin duda alguna- respondió, saber que Samuel iba a estar animándolo aumentaba mucho sus expectativas de ganar.

-¿Es bueno en tenis?- preguntó una voz cerca de Luzu.

-Si es uno de los mejores de segundo año- respondió para dirigir su mirada a su interlocutor.

-Hola- saludó un alegre Auron a su lado.

-Tú- gruñó levantando su libro de geografía con la seria intención de usarlo como arma. El sólo recordar lo que el Beta había hecho lo molestaba muchísimo y no quería tenerlo cerca de él pero ni por un milímetro.

-Está bien, me alejo, me alejo- se apresuró a correr sentándose a dos bancos de distancia del molesto Alfa- no te enfades así Luzu, te vez más apuesto sonriendo- dijo con una amplia sonrisa mientras el contrario simplemente lo ignoraba- por cierto en clases nunca usas tus gorras, el cabello te queda muy bien sin ellas- intentó iniciar una conversación pero podía ver como el Alfa se mostraba completamente desinteresado de hacerlo. Sin embargo, Auron era tozudo y no se daría por vencido tan fácilmente- ahora que lo pienso, cuando ingresaste al instituto lo tenía largo y un poco emo, la verdad ¿Cuándo fue que te lo recortaste?- preguntó apoyando su mentón en su mano y su codo en la mesa.

El Alfa lo miró sorprendido, no esperando escuchar aquello, por el contrario su sorpresa se debía a que supiera un poco más sobre él aún sin conocerlo, por más que hubiesen cursado en el mismo instituto todos sus años escolares no recordaba que alguien hubiese puesto su atención en él, mucho menos el Beta- antes de ingresar a la secundaría decidí cortármelo- respondió con simpleza.

-Ya veo, tu anterior corte te quedaba muy bien, pero el de ahora va contigo, me gustan mucho los Alfas de cabello corto- afirmó con la misma expresión despreocupada.

Quiero ser tú AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora