En un mundo de Alfas y Omegas, Samuel De Luque, un Omega que desconfía en los Alfas, conoce a Rubén Doblas, un Alfa un tanto juguetón y por la extraña decisión de sus madres, ambas Alfas, de comenzar a convivir juntas el mundo de ambos dará un giro...
Un nuevo día dio inicio y Samuel ya iba con una decisión tomada, hablar con Willy. La noche anterior, antes de dormir estuvo pensándolo por mucho, mucho tiempo y simplemente tuvo que aceptarlo, Rubén Doblas le gustaba, no estaba "enamorado" de él, pero sin duda alguna le gustaba, sin embargo, también sentía un poco por Willy aunque no estaba realmente seguro que se tratara de "amor". Pero no era justo jugar así con las emociones y los sentimientos de los demás, él no era un Omega cualquiera, así que, quería pensarlo un poco más, quería pensarlo mejor. Lo encontró encargándose de borrar y dejar limpio el pizarrón. Así que tomó aire y se acercó con cuidado.
-Willy-.
El contrario se giró para observarlo con cierta sorpresa, creyó que luego de la escena del día anterior Vegetta ya no querría hablar con él- si... emm buen día- lo vio asentir a su saludo.
-Lo de ayer... fue muy repentino y me sentí bastante confundido... por eso...- dijo rascando su nuca bastante incomodo- quisiera que me des un tiempo para pensarlo y hasta que llegue a una conclusión, me gustaría que siguiéramos como hasta ahora ¿te parece bien?- preguntó.
Guillermo se sintió un poco aliviado al escuchar aquello- sí, está bien yo... voy a esperar- respondió.
-Gracias. Bueno, sólo era eso- dijo dando medía vuelta dirigiéndose a su asiento, al momento que Luzu llegaba y se saludaban.
Sintió alivio, sí, pero ahora comenzó a sentirse ansioso por el resultado de aquel margen de tiempo. Era realista, tenía probabilidades de ser elegido por Vegetta porque ambos se conocían mucho más de lo que Rubén y Samuel lo hacían. Sin embargo, había otro factor, ellos vivían juntos, cuando estaban en casa seguramente estaban todo el tiempo juntos. Lo sabía, si perdía, era únicamente su culpa, por no haber sido capaz de enfrentar a sus amigos cuando el contenido de la dichosa carta salió a la luz.
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La hora del almuerzo día inicio y Samuel y Luzu decidieron comer en el patio y ponerse al día de lo que al final había sucedido.
-No tienes que angustiarte por demás, siempre sabes por donde salir Vege- trató de animarlo su amigo.
-Si- suspiró- pero tengo que pensarlo bien... Willy o Rubius... ¿Cuál me gusta más?- negó- Cual me gusta de verdad- se corrigió. Entonces bajó su mirada al suelo de forma pensativa- en realidad, siento que no me gusta ninguno de los dos... no de forma amorosa al menos-.
Luzu suspiró a su lado- no lo pienses de esa forma Vege- le sonrió- piensa en el beso de los dos ¿Cuál te gustó más? ¿El de la enfermería con Rabis o el del salón con Willfredito?- sugirió golpeando el costado del contrario con su codo.
