En un mundo de Alfas y Omegas, Samuel De Luque, un Omega que desconfía en los Alfas, conoce a Rubén Doblas, un Alfa un tanto juguetón y por la extraña decisión de sus madres, ambas Alfas, de comenzar a convivir juntas el mundo de ambos dará un giro...
Su semblante era serio, no estaba molesto, quizás un poco triste, sin embargo ya esperaba esa charla algo en su interior le decía de que iba a tratar y siendo sincero consigo mismo realmente le aliviaba escuchar la decisión del Omega porque la incertidumbre lo estaba carcomiendo.
-Perdón Willy- se disculpó en cuanto terminó de decirle lo que necesitaba- y felicidades por ganar el partido del sábado, lamento no haber podido ir a verte para animarte- agregó sintiéndose incomodo por la respuesta que el contrario pudiera darle, podía sentir en el aire las feromonas del Alfa con un dejo de tristeza, pero él no podía hacer nada al respecto.
-Si en ese momento... tiempo atrás, hubiera podido decirte lo que sentía ahora seríamos pareja- dijo luego de unos momentos de silencio, analizando las palabras que diría antes de hablar- aunque luego hubiese aparecido Doblas y sería lo mismo terminaría quedándose contigo de todas formas- agregó en un suspiro dejándose caer aún más en el banco donde se encontraban sentados- ¡¡Joder!! ¡¡Si él no hubiera aparecido... maldita sea!!- exclamó frustrado descargando todo lo que pudiera en ese momento- ¡¡Vegetta!!- lo llamó de un grito mirándolo fijamente.
-S~si- respondió sorprendido por aquel grito inesperado.
-Si Doblas se atreve a hacerte llorar lo mato a golpes- afirmó.
-¿Qué?-.
-Voy a guardar mi ira para ese día- aseguró- bien, ahora me siento mejor- continuó luego del descargo, necesitaba gritarlo y exteriorizarlo para no tomar real rencor al otro Alfa.
Samuel lo observaba detenidamente, sintiéndose aliviado de no estar viviendo alguno de los trágicos escenario que su imaginación había estado creando la noche anterior- Hey, vamos a seguir siendo amigos ¿No?- preguntó con cuidado, tampoco quería confundir las cosas.
Willy lo miró sorprendido- Bobo- dijo al final con una amplia sonrisa- obvio que sí, seguiremos siendo buenos amigos- confirmó- recuerda que esta tarde vamos a practicar juntos y mira que voy a jugar en serio contra ti- aseguró recordándole sus clases de tenis de la tarde.
-Claro- aseguró escuchando sonar la campana del fin del receso agradeciendo en silencio al Alfa frente a él, por todo.
Ambos se apresuraron para volver a clases cuanto antes, continuando con las charlas típicas de siempre, las que solían compartir cada día.
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Lo había citado en un café del centro aquella tarde luego del instituto, uno que tenía muchos recuerdos para ambos ya que era un lugar que solían visitar a menudo cuando eran pareja. Y ahí estaban ambos, sentados uno frente al otro, en completo silencio. Rubius le había confesado a Fargan sobre su relación actual con Vegetta. Sentía que el Omega tenía que saberlo.
