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La mañana de aquel viernes era preciosa, perfecto día para aquel tan esperado viaje por el cual Samuel había estado muy ocupado los últimos tres días; desde aquel incidente en su habitación casi había visto al Omega pulular por la casa, ni siquiera lo había escuchado discutir con Akira.
Estaba terminando de alistar su pequeño bolso para aquel viaje de fin de semana con sus compañeros de clase, la noche anterior tuvo una de tantas charlas con su madre, que tuviera cuidado con todo lo que hiciera, que fuera respetuoso con sus profesores y por sobre todo que cuidara de Samuel mientras estuvieran de viaje, entre muchas otras recomendaciones.
Fue a buscar su cepillo de dientes y estuvo tentado en golpear la puerta del baño que daba a la habitación del Omega pero se contuvo, simplemente pegó su oído a la puerta tratando de escuchar algún sonido, pero sólo se topó con el silencio.

-Idiota, idiota, idiota- se murmuró a sí mismo. ¿Por qué pasaban estas cosas? Cada vez que parecía que la distancia entre ambos se acortaba terminaban siendo ellos mismos quienes ponían una barrara.

Terminó de alistar lo necesario y bajó a la cocina donde se topó con Akira y Nieves desayunando y su lugar listo para que se sentara a desayunar.

-Buenos días Rubén- saludó Akira con su taza de café en mano.

-Buenos días- respondió luego de bostezar.

-¿Cariño no estás yendo tarde?- inquirió Nieves mientras su hijo le devolvía una mirada confundida para mirar el reloj de pared y revisar la hora- Hoy es el día de su viaje de estudio ¿No?- volvió a preguntar.

-Samuel ya se fue- agregó Akira.

-¿Ya? Pero aún tenemos mucho tiempo- respondió el joven Alfa.

-¿Ah sí? ¿Por qué tendría tanta prisa entonces?- se preguntó la rubia pensativa.

-Sam es el presidente de su curso, seguramente tenía cosas que hacer antes de salir- aventuró Nieves- es un chico muy responsable- agregó sirviéndole el desayuno a su hijo.

Mientras terminaba de desayunar con aquella Alfas, estas se pusieron a hablar de las cosas que les gustaba de Málaga, el destino de aquel viaje.

-Aaaaahhh ya quisiera yo ir también- se quejó Akira.

-Fuimos hace poco Aki- respondió Nieves con una sonrisa, recordando el pequeño fin de semana que fueron en familia.

-Si pero los viajes tienen que ser mínimo de cinco días, no sólo un fin de semana- dijo con molestia- en fin Rubén querido- dulcificó su voz- ¿podrías traerme estas cositas?- preguntó entregándole una lista- son cositas que no consigo aquí ¿Puedes? ¿Puedes?- inquirió con cierta suplica en su voz.

-Ah yo también hice una lista hijito- agregó Nieves sacando la suya y comparándola con la de Akira- ay eso no lo encargué, trea dos cariño-.

-Ya me voy, adiós- respondió el joven Alfa sin ser escuchado y por ende si tomar ninguna de las dos listas.

-Ya me voy, adiós- respondió el joven Alfa sin ser escuchado y por ende si tomar ninguna de las dos listas

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Quiero ser tú AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora