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Me gustas

Ambos caminaban por la orilla de la playa, Samuel había dejado que Rubén se descargara por completo y había hecho lo posible por calmarlo y protegerlo en ese momento en que se sentía tan vulnerable.

-Me impactó mucho cuando me enteré que no era hijo de mi padre- comenzó el Alfa a monologar mientras el Omega se encontraba a su lado- después de eso hasta llegué a pensar que nunca debí haber nacido, incluso comencé a negar mi propia existencia, durante un mes no quise mirar ni hablar con mis padres- dijo sin ser interrumpido en ningún momento, contar todo aquello era lo que realmente necesitaba- sin embargo, al pensarlo bien, creí que debía estar agradecido, con mi madre por no deshacerse de mi aun estando en su vientre y a mi padre que siempre me quiso como a su propio hijo-.

Samuel pensó que aquella era la razón por la cual quería tanto a nieves y porque siempre pensaba en la completa felicidad de su madre.

-Pero el shock inicial seguía estando ahí- continuó- desde entonces no podía creer en nadie. Tenía miedo de que traicionaran mi confianza y no podía mostrar mis debilidades... todo comenzó a darme igual- la mirada de vacío lastimó al Omega a su lado- aaahhh, en fin, Ramiro Álvarez no es mi padre y Raúl no es mi hermano. Y pensar que creí eso durante tantos años, soy un imbécil de primera- dijo queriendo restarle importancia al momento y a lo sucedido- ¿Dónde estará mi verdadero padre?-.

Samuel se detuvo unos pasos detrás de él- ¿Y eso qué importa? ¿No te parece?- dijo serio llamando su atención- nos tienes a nosotros, a tu familia- aseguró- obvio que es un poco... digo bastante extraña y diferente a las demás familias pero por más que no compartamos la misma sangre mamá, yo y por supuesto que Nieves también, te queremos, eres un miembro importante de esta familia- agregó mirándolo con convicción en sus palabras.

Rubén estuvo estático observándolo cuando dijo todo aquello, analizando todas y cada una de las palabras de Samuel, entonces sonrió- tienes razón, un miembro importante de tu circense familia ¿cierto?- preguntó ahora si divertido.

Samuel rodó los ojos- ¿No me lo perdonaras nunca, verdad?- inquirió.

-Nop- rio bajo- cuando escuché que querían juntar ambas familias en realidad me shockeo un poco también- confesó- pensaba que con mamá ya habíamos pasado muchas cosas juntos y solos como para que decidiera algo así tan fácilmente. Pero ya estoy teniendo inmunidad a los shocks- dijo comenzando a caminar nuevamente- se me hace fácil fingir que no pasa nada, aunque no es solamente eso, hasta llegué a pensar así, terminé perdiendo toda la ingenuidad- agregó para mirar al Omega y soltar una carcajada- pero tú eres diferente, la primera vez te enfadaste e hiciste un berrinche de niño chiquito-.

-¡¡Hey!!- se quejó dándole un golpe en el brazo con su mano. Pero aun así el Alfa continuó.

-Eres honesto y puro, a diferencia de mí, siempre haces todo poniendo tu máximo esfuerzo y no sabes ocultar nada realmente- agregó divertido sujetando las manos del Omega que no dejaba de tirarle golpes para que dejara de avergonzarlo.

-Ya sé que me estás diciendo que soy un bobo- respondió Samuel logrando zafarse del Alfa.

-Por eso me gustas mucho- afirmó con una expresión dulce que Samuel jamás lo había visto hacer.

El azabache se quedó estático en su lugar al escuchar eso- ¿De verdad?- cuestionó.

Rubius sonrió resignado- pero si ya te lo había dicho antes, que te besé en la enfermería porque me gustas, veo que no me creíste en lo absoluto- soltó quizás algo dolido.

Quiero ser tú AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora