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¿Modelo?

-Por eso... aunque Willy lo negara, creo que se siente atraído por Fargan-.

-Hum ¿En serio?-.

Vegetta había llegado a casa sobre las cuatro de la tarde aquel sábado, luego de su evento deportivo con el club de tenis. Willy lo había acompañado casi hasta la puerta de su casa sin darse cuenta, inmerso en su conversación sobre lo que había hecho en vacaciones.
Luego de ducharse bajó a la sala donde Rubius se encontraba sentado en el sofá y comenzó a contarle todo lo que había acontecido aquel día, hasta la extraña mirada de Willy en Fargan y como tuvieron un momento "a solas".

-Me estaba preguntando si Fargan comenzará a gustarle- dijo pensativo.

Rubius sonrió ante su comentario- ¿Y eso te hace sentir triste?- inquirió.

Vegetta le devolvió la mirada dejando caer su cabeza sobre el hombro del contrario- nah, la verdad es que ya no y creo que es porque te tengo a ti- sonrió- creo que no me sentiría triste ni aunque Luzu comenzara a salir con alguien y no pudiéramos pasar mucho tiempo juntos-.

-Con controlador eres Vegetitta- respondió riendo por aquella confesión.

-Si, lo admito- bufó. Su expresión pasó a la sorpresa cuando sintió la mano de Rubius en su cintura dejando suaves caricias- oye, ellas...-.

-No están en casa aún- respondió atrayéndolo hacía él- déjame- pidió suave mientras lo besaba.

Con el tiempo, Vegetta había conocido cada vez más y más al Alfa, su faceta bromista era la que solía dominar, pero también lo había visto decaído y sumido en sus propios pensamientos. También tenia su faceta cariñosa, como la que estaba disfrutando en aquel momento. Era dulce, suave y lo trataba con tanta dulzura que parecía una persona completamente diferente.
Se sentía extremadamente cómodo cuando estaba junto él, como si fuesen dos pieza de un rompecabezas que encajaban perfectamente una al lado de la otra, aunque Rubius también solía...

-Aaayyy eso duelo, bobo- se quejó el Omega masajeando su propia mejilla luego de ser jalada por el Alfa y mientras lo observaba descojonarse- ¿Qué estás haciendo?- preguntó molesto.

Solía joder los momento con sus bobas bromas también.

-Lo siento, lo siento, no pude resistirme- respondió el Alfa controlando su propia risa -ven- pidió tratando de atraerlo con su mano.

-No, ahora no quiero nada- respondió el Omega cruzándose de brazos frente a su pecho.

-Niñito quejoso- murmuro el contrario.

-¡¡Oye...- iba a quejarse pero el rápido movimiento del Alfa sobre él lo paralizó- ¿Rub?-.

-Te amo, Veg- dijo mirándolo fijamente para luego dejar caer su cabeza sobre el hombro del contrario- ¿tu a mi?- preguntó luego de un momento de silencio.

Aquello tomo a Vegetta completamente por sorpresa, no se esperaba una confesión de esa magnitud, sabía muy bien que responder a su pregunta y sin embargo se mantuvo en su garganta.

-¿Veg?-.

Se escuchó la puerta de entrada y a ambas mujeres informando de su regreso de aquella tarde de compras. Cuando ingresaron en la sala, Rubén estaba sentado mirando en la dirección contraria, como si en el librero que tenia cerca hubiera algo muy interesante, por su parte Samuel...

-¿Qué estas haciendo Samuel?- inquirió Akira al verlo- ¿te caíste del sofá?- cuestionó al verlo ponerse de pie.

La sorpresa los hizo separarse tan rápida y bruscamente que el pobre Omega terminó fuera del sofá.

Quiero ser tú AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora