☕ 48 🍯

113 18 8
                                    

Su secreto

No podía dejar de temblar, por mucho que lo intentara. En cuanto Rubén leyó aquello ultimo los recuerdos golpearon su mente dejándola completamente en negro sin ser capaz de pensar en nada más.
Subió corriendo para encerrarse en su habitación con todos los seguros puestos, podía escuchar las insistentes voces de su madre, de Rubén, incluso de Nieves preocupados por él, sin embargo no podía abrir la puerta, su cuerpo se había desconectado. ¿Por qué había regresado? Akira se había asegurado que no lo haría, ella se lo había jurado, que jamás dejaría que ese Alfa se le volviera a acercar. Pero ahí estaba, sabía donde vivía e incluso le había enviado un obsequio; su cuerpo volvió al pasado y se sintió sucio completamente sucio. Podía sentirlo, podía sentir nuevamente las manos de aquel Alfa sobre su cuerpo, tocándolo como quisiera mientras él se encontraba completamente paralizado.

-¡¡Samuel!!- exclamó una voz trayéndolo nuevamente a la realidad.

-¿Luzu?- balbuceó bajito.

-¡¡Samuel ábreme por favor!!- pidió el Alfa del otro lado. Se escuchaba muy preocupado.

El Omega no lo pensó dos veces y corrió para abrir la puerta y aferrarse a Luzu como si su vida dependiera completamente de ello. 
Rubén a su lado lo miró atónito, no pudo evitar sentir ciertos celos ante aquella escena. El quería ser el refugio del Omega, pero entendía que en aquel momento Luzu era lo mejor para Samuel.

-Calma ya estoy aquí- susurró acariciando su cabello y dejando salir levemente sus feromonas para calmarlo aún más. El problema quizás era la leve tensión que Rubén ejercía al notarlas- hablaré con él adentro- informó el Alfa a la mayores- Rabis, ven con nosotros- dijo con seriedad.

La puerta se cerró. La rubia tuvo el impulso por abrir nuevamente esa puerta, dos Alfas con su pequeño Omega luego de lo que había ocurrido no le agradaba para nada, pero Nieves la detuvo, Samuel tenía que abrirse a más personas y que empezara por Rubén era un buen inicio, Luzu no podría estar siempre disponible. Akira no tuvo otra opción que ceder a aquello, Nieves tenía razón tanto Samuel como ella misma tenían que sanar y avanzar.

El Omega estaba asustado... su Omega estaba asustado, pero estaba en los brazos de otro Alfa y no sabía como proceder sin parecer borde con el contrario que simplemente estaba consolando a su mejor amigo.

 su Omega estaba asustado, pero estaba en los brazos de otro Alfa y no sabía como proceder sin parecer borde con el contrario que simplemente estaba consolando a su mejor amigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Akira, cálmate por Dios, no podrás solucionar nada en ese estado- pidió Nieves mientras la rubia iba y venia de un lado al otro.

Mil maldiciones en Frances salieron de su boca, fue hasta el recibidor para tomar el paquete con total desagrado, revisándolo de arriba a abajo pero no encontró nada más que aquella pequeña nota.

Quiero ser tú AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora