Fotografía

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Lentamente, Abbacchio cerro la puerta detrás de sí. Su mirada escaneo a los alrededores minuciosamente, como si en cualquier momento alguien fuese a brincar fuera de la pared o cualquier rincón aleatorio para sorprenderlo.

La cuestión no era ¿Cómo?. La cuestión era ¿Cuándo? Después de todo, Buccellati era sumamente escurridizo y podía aparecer donde quiera que se le antojase, sin hacer ruido, asomando su cabeza desde cualquier rincón.

Eso hacia bastante difícil llevar a cabo cualquier tipo de travesura. Para Abbacchio cada año era un reto esconder los regalos de cumpleaños, San Valentín y navidad. No era como si Buccellati estuviese dispuesto a arruinar sorpresas, era mas bien su curiosidad e impaciencia las que le empujaban a curiosear mas de la cuenta en su escaso tiempo libre.

En todo caso, quien ahora estaba escabulléndose a curiosear era Abbacchio, moviendo sus pies lo mas ligeramente posible. Como si fuese un ladrón. A Leone le causo cierta gracia estar entrando básicamente a hurtadillas a su propia habitación... la habitación que compartía con Bruno.

Pasando de largo por la puerta que conducía al closet, Leone se preguntaba. ¿Si fuera Bruno, donde escondería algo? En un zipper, claro... ¿Pero en que lugar colocaría dicho zipper?

Los ojos ámbar con un toque de lavanda de Abbacchio se deslizaron por la enorme cama King Size con sabanas de seda. El albino se lamio el labio inferior cuando un inevitable recuerdo de la noche anterior llego a él. Se visualizo a si mismo la noche anterior entre las largas y gruesas piernas de Bruno. Su paraíso privado. Preciosa piel oliva suave restregándose contra su piel, el calor y los jadeos de Buccellati, sus labios suaves...

Oh, mierda, estaba distrayéndose antes de encontrar lo que tanto estaba buscando.

"Concéntrate, Abbacchio" se reprendió mentalmente.

¿En donde estaba? Cierto. ¿Si fuera Bruno, donde escondería algo? En un zipper, claro... ¿Pero en que lugar colocaría dicho zipper?

Moody Blues tendría la respuesta de inmediato.

El humanoide de piel holográfica violeta apareció en un parpadeo con una luz brillante. El reloj en su frente empezó a correr y en menos de un segundo comenzó a transformarse en la estilizada figura de Bruno Buccellati. Lindo cabello negro brillante con una trenza en la parte superior, ojos mas azules que el cielo y el mar, precioso rostro varonil con rasgos delicados y un cuerpo tan encantador que...

"¡Concéntrate, Abbacchio!". Podía babear por Buccellati a toda hora, ese no era el momento.

La figura de Moody Blues transformada en Buccellati se movió para aparecer justo frente a la puerta que Abbacchio cerro antes tan cautelosamente, sus lindos brazos extendidos hacia el frente, sin duda estaba sosteniendo algo.

Pudo oír algo de música a su alrededor. Rápidamente la identifico como la ruidosa música que puso Narancia a todo volumen anoche, antes de la cena. Moody Blues transformado en Bruno empezó a moverse en cuanto Leone le dio la indicación de reproducir.

Moody Blues transformado en Buccellati miro sobre su hombro y rápidamente cerro la puerta. A pasos rápidos, camino por la habitación, pasando junto a Abbacchio. Se detuvo en el centro de la espaciosa habitación y escaneo el lugar con una mirada.

Sin embargo, pronto pareció sentir la urgencia de esconder su "paquete". La música se detuvo y al parecer Buccellati había escuchado a alguien acercarse por el pasillo.

Moody Buccellati dio pasos rápidos hacia la cómoda junto a su lado de la cama. Se agacho frente al mueble y abrió el cajón mas bajo, introduciendo su "paquete" ahí. Solo "arrojándolo", sin zippers, y nada mas.

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