Piercing I

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Las revistas eran... una cosa... ¿curiosa? Habia de todo tipo. Moda, maquillaje, revistas orientadas a muchachas jovenes, de autos, jardinería, cocina, ciencia y tecnología, arquitectura y economia, etc, etc, etc.

Y ciertamente, Abbacchio no sabía como definir la revista que tenia en sus manos. ¿Se trataba de una revista...erotica? Contenia una entrevista con un cantante del que venían parloteando hace meses Narancia y Mista, acompañada de fotografías sugerentes de hermosas mujeres. Sorprendentemente, tambien incluia artículos de temas diversos e incluso consejos de sexualidad, cada uno de los artículos acompañados de las fotografías de alguna mujer preciosa escasamente vestida.

Leone Abbacchio no era ningún ignorante, conocía el fenómeno "playboy" y sabia que era un imperio, una marca actualmente, de hecho. Ademas de la iconica revista, sabia que tenian una línea de condones y un par de artículos varios, como bolsos o camisetas con el estampado del icónico conejo usando una corbata de moño, ¿Habia ropa interior para dama y caballero tambien, cierto?

Aparentemente, Mista habia comprado la dichosa revista, pues la encontró dentro de la bolsa que recién habia traido el moreno, junto a las botellas de cerveza que le pidió que trajera de la tienda de autoservicio.

No era la primera revista de playboy que Abbacchio tenia en sus manos tampoco, recordaba haber comprado un par cuando era mas joven para leer un par de artículos y hacerse unas puñetas, cual adolescente calenturiento. Nunca supo como definir dicha revista, simplemente era... "una revista playboy".

Abbacchio rodo los ojos tras mirar con mayor atención la portada. Una muchacha de cabellos castaños, flamante, usando nada mas que una tanga mientras se cubiria los pechos con sus brazos, bastante coqueta, a decir verdad. Era guapa.

- ¡Oye, eso es mio! – exclamo Mista, precipitándose hacia la bolsa. Habia olvidado totalmente sacar la revista antes de entregarle sus cervezas a Abbacchio.

- Si, como sea – Abbacchio golpeo la revista contra la mesa y se concentro en lo que realmente le importaba. Sus botellas de cerveza.

No obstante, Mista alzo las cejas al tomar la revista. Una sonrisa traviesa apareció en el rostro del pistolero.

- ¿Oh? ¿Quieres echarle un vistazo, a caso? – pregunto juguetonamente, agitando la revista – Aquí hay bastantes dulces nenas.

Abbacchio se dio media vuelta, sosteniendo el carton de cervezas.

- No me interesa – dijo secamente, caminando hacia el refrigerador. Abrio la puerta del refrigerador y comenzo a colocar las botellas de cerveza adentro, dejando únicamente una afuera, la cual abrio con una mordida de sus dientes, procediendo a tomar un largo trago.

En respuesta, Mista solto una risa y agito la revista.

- Despues de echarle un vistazo, la dejare en la pila de revistas de la sala – declaro Guido. Y se marcho escaleras arriba, rumbo a su habitación.

El albino rodo los ojos, hastiado, y se dedico a emborracharse en la comodidad del sofa, mientras ponia una película de acción en la televisión, a la cual no le presto atención.

Estaba aburrido, despues de todo. Tenia el dia libre y Buccellati se encontraba afuera, en una mision clasificada. En días asi, Abbacchio simplemente esperaba por Buccellati.

El tema de la revista fue olvidado por Abbacchio al instante. Un par de semanas transcurrieron, y cuando Abbacchio volvió a sentarse en el sofa con una cerveza en mano, echando de menos a Buccellati, la dichosa revista volvió a aparecer ante sus ojos.

El albino revolvió la pila de revistas en la sala cuando sus ojos se posaron en la llamativa portada de la hermosa mujer castaña, en tanga. Era guapa, pero no le causaba ningún tipo de emoción.

Dolce AmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora