Stands III: Sticky Fingers

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Sticky Fingers es un stand de porte gallardo, luce como todo un hombre valiente y anda por ahí como un galán. Siempre con la cabeza en alto y lo que se puede definir como una expresión seria. Sin embargo, a pesar de que aparentemente carece de ojos esto no resulta ser ningún impedimento para él, contrario a Moody Blues que no puede hablar a menos que use alguna reproducción de palabras o se transforme en Leone. Aunque eso no significa que el stand hable realmente. Lo único que se le escucha decir son los constantes "Ari, ari, ari" que exclama cuando esta destrozando a golpes a algún adversario.

El stand de Bruno Buccellati parece un justiciero e incluso resulta apuesto. Después de todo, su mandíbula y labios son iguales a los del capo. Es la manifestación del alma de Buccellati y resulta demasiado acertado que se trate de un stand tan poderoso y con una gran presencia, igual a la del elegante pelinegro.

El joven capo no invoca a su stand a la ligera. Sin embargo para el siempre resulto irresistible y le daba demasiado curiosidad observar el comportamiento de Sticky Fingers en torno a Moody Blues y Leone Abbacchio. La primera vez, no paraban de "mirarse" entre si y se atrevieron a establecer contacto. Las siguientes veces llegaron a los mimos y abrazos. El nunca hizo nada para frenar a su stand, después de todo estaba interesado en Leone Abbacchio y le parecía agradable poder sentir el cosquilleo de Sticky Fingers provocado por Moody Blues en su propia piel, a pesar de que el mayor parecía incómodo con ello y constantemente le llamaba la atención al humanoide violeta.

A final de cuentas, no tenían tiempo para el romance y pensaba que Leone no sentía nada parecido por el. Tal vez podría conformarse masturbándose por las noches en la bañera, con la ventana abierta, a sabiendas de que Abbacchio podría escucharle.

Gran error, Leone Abbacchio estaba loco por Bruno Buccellati. Tanto o mas que el, Abbacchio se había enamorado a primera vista. El albino fue quien dio el primer paso, con un beso bastante apasionado. Pudo sentir como Sticky Fingers estaba en exceso feliz con aquello. Y con el inicio de su relación, ahora los stands eran mas insistentes en manifestarse e incluso Sticky Fingers en ocasiones desobedecía a su dueño.

Habia llegado al extremo de aparecer mientras Bruno estaba dormido entre los brazos de Leone. Como aquella noche en particular. Disfrutaron de un momento a solas, tuvieron sexo y el pelinegro cayo profundamente dormido entre los brazos del albino.

Abbacchio permaneció quieto, acariciando los sedosos cabellos negros de Buccellati con lentitud, enterrando los dedos en las suaves hebras una y otra vez. El aun no tenia sueño, después de todo ese dia despertó mucho mas tarde que Bruno.

Aunque estaba bastante comodo y no queria abandonar la cama, se vio en la necesidad de acomodar cuidadosamente al capo para sentarse. Tenia ganas de ir al baño. Busco sus sandalias en la oscuridad. En ese momento, Sticky Fingers apareció, de pie junto a la cama. El humanoide azul agarro del antebrazo a Leone, llamando su atención.

- ¿Mh? – Abbacchio se volteo, mirando el rostro de Sticky Fingers interrogante.

En respuesta el stand de Bruno apretó suavemente el agarre y tiro de él un poco, como tratando de pedirle que volviera a la cama. Sus labios estaban fruncidos adorablemente en un puchero que provoco que Abbacchio tuviese ganas de reírse.

- Solo voy a ir al baño – aclaro en voz baja, no quería perturbar el sueño del capo.

Con esa respuesta, Sticky soltó su brazo y camino un par de pasos, vio que sostuvo algo al agacharse. Cuando se acerco nuevamente a Leone, noto que traía sus sandalias en las manos.

- Ah, con que ahí est... - sus palabras se cortaron abruptamente cuando Sticky le sonrio despues de acomodar el par de sandalias ante el. – Gracias...

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