No esta vez
El cielo azulado de la isla brillaba con un espectacular sol que le hacia juego, las nubes, blanquecinas como el algodón y esponjosas como las ovejas sobrevolaban el pueblo. Noé se despertó gracias a una pesadilla, nada importante o raro para ella, se colocó de pie y se dirigió al baño de su habitación a lavarse la cara con un poco de agua helada.
Se observó en el espejo con un rostro más maduro al que alguna vez tuvo cuando estaba encerrada en aquel lugar obligada a hacer cosas denigrantes. Negó con su cabeza olvidando esos horribles recuerdos llevando sus manos al grifo de agua que pronto acumularon una cantidad en ellas.
La restregó por su rostro un par de veces, tomó una toalla al terminar y limpio el exceso de agua. Se dirigió a su armario tomando un preciso vestido color carmesí que se puso rápidamente retirando su pijama de dormir. Su cabello, blanquecino como como la nieve, lo acomodó en un moño alto dejando caer unas ondas en la parte de atrás.
Al terminar dió un último vistazo en el espejo y salió de la cabaña en la que dormía rumbo a ver a los pueblerinos. Las personas le saludaban cada vez que la veían, los niños le daban flores y los adultos le dedicaban uno que otro cumplido por sus elegantes ropas.
Se dirigió hasta el despacho de la presidenta del pueblo, tocó la puerta con dos golpes secos y entró cerrando tras de sí. Se dirigió hasta la silla frente el escritorio, tomó asiento en silencio acomodando las telas de su vestido observando en silencio a la mayor que tomaba con cuidado su taza de té.
Al beber un sorbo levantó la mirada y posó tranquilamente una sonrisa en sus labios, no dijo nada, su simple mirada leía dentro de la albina como un libro abierto. Comprendía lo que sentía y que se ponía en riesgo al estar ahí, dejó la taza en la madera del escrito y respiró hondo.
— Es un gusto verla de nuevo — Le dijo acariciando un poco se mejilla.
Pocos sabían que Noé no era alguien de contacto físico, lo único que recordaba de su infancia eran aquellas noches de infierno en las que ver por la ventana era su único escape para no pensar en lo que hacían con su cuerpo. Aquello deja traumas, temores... y sobre todo heridas que no sanan con el tiempo.
Noé se apartó levemente alejando la extremidad ajena, se limpió el comienzo de una lágrima apenas visible y finalizó tomando entre sus manos un saco del suelo. Era pesado y ruidoso por las monedas en su interior. Lo colocó sobre el escritorio y lo deslizó hacia la contraria con una de sus manos.
Leonor, la dulce mujer frente Noé tomó el lazo dorado que envolvía la parte superior del saco y lo abrió con cuidado. El brillo de las monedas de oro inundó la habitación haciéndola parecer casi mágica ante la vista. Una vez más no dijo nada, la cerró algo apenada para luego devolver su mirada a la menor.
— Lo agradecemos - Habló con tono bajo — Pero... lo que la gente que la sigue necesita no es dinero — Confesó con sinceridad.
El semblante tranquilo de Noé pronto cambió a uno en confusión, su ceño se frunció levemente y sus labios se hicieron una línea.
— No me malentienda - Pronto aclaró Leonor — Ayudará a las familias a mejorar su calidad de vida — Una sonrisa invadió su cara — Pero ellos quieren sentirse seguros bajo su nombre. Saber que si la siguen usted estará para protegerlos de los locos que hay por ahí. Dar su vida como nosotros sin duda, daríamos la nuestra porque usted esté bien —.
Aquello dejó pensando a la menor. Era verdad, siempre daba dinero para solucionar los errores que cometía o para ayudar a las personas pero nunca les preguntó, de corazón si estaban bien o si lo único que necesitaban era hablar y saber que estaban a salvo antes que una bolsa llena de dinero.
Su mente viajó por sus pensamientos repasando sus errores de los que apenas se daba cuenta, el niño de Water 7, los piratas que le dieron el poneglyph de la isla Gyojin... a los recientes de esta isla.... todo lo resolvió con dinero vacío y carente de sentimiento o importancia.
¿Qué es lo que estaba haciendo bien?
¿Era buena líder?
No, sus tripulantes murieron y todos aquellos que vivían en Free Land también. Ella atraía a la muerta y la desgracia.
<<La miseria ama a la compañía>>
Dijo aquella voz inhumana dentro de su cabeza.
Aunque aplastara su orgullo tenía razón, creía que había mejorado, que las cosas iban para bien pero si no cambiaba y aceptaba sus errores era regresar al comienzo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una fuerte explosión a lo lejos. Leonor y Noé corrieron fuera del despacho de la primer nombrada observando horrorizadas lo que estaba pasando. En el mar se observaban al menos diez barcos de la marina disparando una y otra vez balas de cañón.
Sin decir algo Noé corrió abriendo paso entre las personas que corrían despavorida lejos del ataque. Con una de sus manos creo pilares de agua que la elevaron en lo alto y ahí pudo verlo. El almirante Akainu liderando tal exterminio.
Su ceño se frunció, su peinado se deshizo y su vestido se quemo. Un puño de lava que fue dirigido a ella, pronto y sin mover un músculo fue desviado por una gigantesca mano de agua saliente del suelo. De ahí mismo fue saliendo poco a poco una Noé hecha de agua, sus ojos blanquecinos y su semblante serio aterrizaron a los marines en los barcos.
La titan de agua corrió hasta tener en su rango a uno de los barcos, lo tomó en el aire y lo lanzó contra los demás. Akainu contraatacó destrozando el barco antes de que pueda siquiera tocarlos. La titan y el almirante se dedicaron una mirada por unas milésimas de segundo antes de que ella atacara.
Ya era suficiente de poner en peligro a todos y no hacer nada, defendería a capa y espada a como diera lugar pero nadie moriría ese día. Tomó con unos lazos de agua que subieron por un costado de los barcos a cada marin por sus extremidades incluyendo al almirante Akainu, este mismo sin poder hacer nada ya que el agua de mar lo debilitaba y neutralizaba sus poderes.
— Esta vez, no destruirán lo que he construido — Le dijo la Noé de agua con una voz y tono poco humano — Aún así, considera que esto soy yo siendo piadosa — Finalizó.
________________
Gracias por leer.Ya les daré una explicación de mi ausencia, en pocas palabras yo tuve un fracaso que me bajó muy mal mi estabilidad. De cualquier forma ya estoy mejor aquí estoy y aquí seguiré ♡
Buen día/tarde/noche.
©-Yaratzalli 2022
ESTÁS LEYENDO
Voces silenciosas (One Piece x Oc)
FanfictionNoé, joven pirata de diecinueve años, considerada una amenaza mundial por sus orígenes y la amenaza que representa por si misma. Unos orígenes que el gobierno quiere ocultar ante el mundo por la catástrofe que puede causar si se llegan a saber pero...