Renacimiento
Noé llevaba unos cuantos meses en aquella isla viviendo en la casa de Madame Elisa, se le había proporcionado un techo y ella lo agradecía profundamente. Finalmente había entendido gracias a las palabras de la mayor, que aquello que pasó quizá fue su culpa o no, ella era quien tenía que decidir eso y nadie más podía hacerlo por ella.
- Noé - Escuchó su nombre ser llamado por Madame Elisa desde la cocina - ¿Por qué no vas a caminar un poco? La comida tardará de todas formas -.
Ella lo pensó por unos instantes, finalmente concluyó que no era mala idea. Fue a buscar un suéter ligero y tomó una pequeña bolsa que se colgó atravesando su pecho, salió por la puerta principal y caminó dirigiéndose hacia el bosque, era el lugar que más le gustaba para investigar o simplemente despejar su mente.
<<¿Hm?>>
Cuestionó mentalmente al notar como las personas de la ciudad empacando sus cosas y subían a unos barcos que partían lejos de la isla. Levantó una ceja confundida, no estaba entendiendo porqué hacían eso. Extrañada corrió de vuelta a la casa de Madame Elisa, al llegar encontró a la mujer bien vertida y con maleta en mano.
- "¿Madame...?" -.
La mayor le sonrió dulcemente acercando sus manos al rostro de la albina.
- Escucha Noé - Su tono era tranquilo pero denotaba tristeza - La gente de este pueblo y yo partiremos a buscar a nuestras familias, lejos del nuevo mundo - No le gustaba por donde iba la conversación - Te llevaría conmigo pero ambas sabemos que tienes asuntos pendientes que resolver en este lugar - Dio un ligero suspiro - Fue un gusto conocer a una jovencita con tanto potencial -.
Finalmente se apartó y tomó sus cosas para pasar de largo y salir por la puerta. Noé ni siquiera fue en su búsqueda, respetaba los caminos que tenían que tomar las personas y si eso era que estuvieran lejos de ella, lo aceptaría, pero no negaba que dolía hacerlo.
Arrastrando sus pies caminó hasta el comedor, sobre la mesa Madame Elisa le había dejado un plato servido de sopa, a su lado un pastel horneado y en una esquina algo lejana, un pequeño sobre. Se acercó y sentó en la silla frente al plato, tomó delicadamente la cuchara y la sumergió en aquella sopa de verduras.
Carajo, sabía a gloria. Dió un bocado y luego otro, sentía con cada cucharada que Madame Elisa se despedía no para un "Hasta luego" era más un "Hasta nunca" y eso quemaba en sus adentros de una manera injusta, ese nudo en su garganta era el recordatorio de que su única compañera de vida sería ella misma, si no se respetaba, amaba y cuidaba... no podía esperar que alguien lo hiciera por ella.
Al terminar la sopa sus ojos viajaron hasta el pastel, lo acercó y corto una porción. Era un bizcocho de chocolate con un toque ligero a menta, su favorito, sonrió y devoró hasta el último pedazo. Finalmente... y lo único que le faltaba, aquella carta misteriosa a la esquina de la mesa.
Estiró su brazo y tomó el sobre cerrado con un lindo sello a acabados dorados y negros. Lo apartó con delicadeza levantando la tapa del sobre hasta sacar la hoja de sus adentros, apartó el sobre y se quedó únicamente con la hoja que desdoblo hasta leer su contenido.
- A mi querida Noé.
Dulce y perturbada niña desamparada. Aún y hasta este día me cuestiono que fue aquello que te llevó hasta el punto de querer privarte de vivir en un mundo que te ofrece todo para ser feliz y aún así... tu vista se cierra a ver a través de una cerradura.
¿Sabes?, cuando pierdes a alguien o desconectas con el mundo, se torna en tu interior un vacío inaguantable que consideras serás incapaz de llenar algún día. No debes buscar ese algo hasta que sepas con seguridad que es lo que quieres.
¿Qué es lo que quieres Noé?
Aquello que más anhelas, aquello que hace que una sonrisa surque tus labios... aquello que te hace querer vivir un día más para conseguirlo y sentir tu mundo brillar de nuevo.
De una anciana a una brillante joven que le queda mucho por vivir, sería un desperdicio tirar a la basura esos talentos y potencial que tienes para dar y descubrir.
No cometas los mismos errores que una anciana arrepentida.
Ese día, algo murió dentro de ella.
[...]
Buru buru buru...
Por primera vez en meses, su Den Den Mushi especial sonaba a la espera de una llamada. Con una sonrisa se acercó y tomó el artefacto entre sus manos aceptando la llamada.
- ¡Pequeñaja! - Eran los piratas Barbablanca.
Sonaban bastante felices de verla nuevamente, ya que hacía casi un año ella había desaparecido del ojo público.
- ¡Mírate, estas enorme-yoi! - Saludó Marco tomando el control del Den Den Mushi aún con los reproches de fondo por parte de los otros tripulantes.
- "Hola" - Dijo tímidamente Noé, era nostálgico hablar con ellos nuevamente - "La pubertad nos llega a todos Marco" - Bromeó.
- Y te ves preciosa - Interrumpió Shirohige - ¿Cómo van las cosas? -Marco le paso el Den Den Mushi.
- "Mucho mejor" - Sonrió - "Estaré de vuelta dentro de poco" -.
Sentía que había mejorado estos últimos meses, aún tenía aquella espeluznante y molesta voz diciendo cosas hirientes de vez en cuando pero, fuera de eso... tenía las fuerzas, las ganas y la voluntad de salir adelante. Y como dicen los sabios... levantarse luego de la derrota.
Muchas cosas iban a cambiar, su legado recién comenzaba una nueva era y lo quería hacer sola esta vez, para evitar un trago amargo que envenera su naciente y débil alma. Honraría a aquellos que bajo su mando murieron, inocentes que no tenian la culpa de sus malas decisiones, pero que aún así confiaron en ella. Sus vidas y nombres no serían olvidados por la historia, se les recordaría con valentía, honor, cariño y... amor.
- ¿Estas segura? - Preguntaron tímidamente los tripulantes al unísono.
- "Totalmente" - Asintió repetidamente - "Ahora se a donde voy y que es lo que busco" - Sonrió de oreja a oreja.
La nueva etapa de vida, una niña que se convierte en adulta. Muchos llegan a ella pero pocos prosperan, la clave del éxito es saber arriesgarse.
- Bien - Dijo Shirohige - Sólo recuerda, que si ocupas ayuda... aquí siempre tendrás quién te eche la mano -.
La albina sintió un nudo en su garganta y las lágrimas amenazar salir de sus ojos. Se colocó derecha, puso sus brazos cada uno al lado de su cuerpo y dió una reverencia llena de emociones.
- "No los defraudare" -.
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Siempre hay salida de la oscuridad, no olviden eso ♡
"El único fracaso real en la vida es no ser fiel a lo que uno sabe."
— Buda
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Voces silenciosas (One Piece x Oc)
FanficNoé, joven pirata de diecinueve años, considerada una amenaza mundial por sus orígenes y la amenaza que representa por si misma. Unos orígenes que el gobierno quiere ocultar ante el mundo por la catástrofe que puede causar si se llegan a saber pero...