52. La verdadera naturaleza de los villanos

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Mike
Era sábado, pero no cualquier sábado, en la ciudad se estaba llevando a cabo el carnaval tradicional de la zona, disfraces, música y arte llenaba las calles. Una excusa perfecta para que el internado nos diera el fin de semana libre, podíamos ir con nuestras familias o quedarnos, la mayoría siempre prefería irse.

Un descanso, que Phillips, Daimon, Bradly, Alaia y yo no tendríamos, teníamos que prepararnos porque en unos días tendríamos que ingresar al edificio 1 y sacar a los niños del sótano.

— ¿Por qué no has alistado tu ropa?— Noah entro a mi habitación con facilidad porque él también tenía la llave de esta.

Yo estaba mirando mi closet, pero para mirar que me coloco en la noche, Alaia quiere que entrene los poderes que me dieron los infiltrados, vamos a ir a un bar, bueno no todos, K se va a encargar de enseñarme trucos porque Alaia se lo pidió.

T se encargará de entrenar a Bradly y Daimon, mientras Alaia se encargará del entrenamiento de Phillips.

— No, ¿Puedes cubrirme con nuestros padres?— cuestione fingiendo que no había pasado deprimido toda esta semana por su culpa.

Es lo único que me queda, la amistad, no puedo dañar esto ahora.

— Solo sí...— se sentó a mi lado y me miró con sus ojos que llaman la atención de todos por ser tan peculiares— Si almuerzas con Jhon y yo— termino de decir.

Eso dolió, toque mi pecho tratando de modificar mi mueca por una sonrisa de amabilidad.

— Yo no creo que...— trate de evitarlo, pero él agarró mis manos.

— Ustedes dos son las personas más importantes de mi vida, quiero que se conozcan, prometo que no haré nada que te incomode, di que si— suplico.

¿Tengo que competir con él hasta para ser relevante en tu vida? Esto es una mierda, yo he estado a tu lado siempre y él apenas apareció.

— Ok— respondí secamente porque hablar delataría lo inestable que me encontraba.

Él sonrió emocionado y se levantó de la cama.

— Entonces nos vemos en el comedor, no llegues tarde— me pidió antes de irse emocionando.

Toque mi pecho sintiendo que dolía demasiado verlo feliz a causa de otra persona.

Me asusté cuando vi que salía una especie de esencia roja de mi cuerpo ¡Mierda! Presioné el collar que me dio Alaia, necesito su ayuda.

— ¿Está bien?— pregunto apareciendo con su cepillo de diente en la mano y con la boca llena de colgante.

Me reí por qué estaba pensaba utilizar su cepillo de diente como arma.

— ¿A quién vas a matar con ese cepillo?— me burle cerrando la puerta.

Ella de inmediato se dio cuenta de que mis feromonas estaban saliendo, así que se apresuró a buscar algo en mi habitación.

— Todo es un arma si lo sabes usar— dijo limpiando su boca con su camisa, dejo su cepillo en mi mesa de noche y agarro una cajita y me la entregó.

Abrí está y me sorprendí al ver que estaba llena de cigarrillos.

— Deja y reflexionó ¿Esto es lo que dijiste que dejó el desconocido para que mis feromonas se oculten?— cuestione mirando estos con curiosidad.

No era marihuana, sabía cómo se veía la marihuana porque mi abuela emplea está para sus dolores, ella suele fumar la hierva y hacer que yo recoja está en el bosque que está detrás de los edificios.

AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora