AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)

8. Los desconocidos

Las manos de Vincent subieron a mi cadera y las apretaron con fuerza para alejarme de su cuello lo cual me hizo enojar.

— ¿Por qué carajos me detiene?— cuestione molesto intentando beber más de su sangre, pero este me lo impidió agarrando con una de sus manos mi cuello.

La fuerza que él posee es superior a la mía y por más que intente luchar por continuar no puedo moverme.

— Algo está golpeando mi abdomen— señaló con nerviosismo mi erección.

Me alejé de él con rapidez al notar lo que estaba dentro de mis pantalones.

— Esto no es lo que parece debió ser el frío— me excuse de inmediato.

¿Qué mierda le pasa a mi cuerpo? Esto seguro sucedió porque no me he acostado con alguna chica.

— Si debe ser eso— exclamó rojo como un tomate mientras pasaba su mano por su cuello para curar la herida en su cuello en un instante.

Iba a defenderme y explicar que esto era un error cuando de repente el brazalete comenzó a brillar.

— ¡Mierda!— exclamé enojado al recordar que eso solo significa que alguien acababa de cambiar algo en la línea del tiempo— Tengo que irme— expuse tratando de limpiar mi boca.

El trabajo de Alaia es evitar que eso siga ocurriendo y no lo logro así que de seguro la organización la castigará.

— Espera... ¿No me ibas a ayudar con lo del cambio de imagen?— trato de detenerme.

Eso no me importa ahora, tengo que ir a buscar a mi hermana para ver qué pasó.

— Mañana no seas intenso— exclamé fastidiado antes de salir de su habitación para comenzar a bajar las escaleras.

Cuando baje está me di cuenta de que el niño al que le di mi abrigo estaba junto a las escaleras como si me estuviera esperando.

— ¿Pasa algo niño?— cuestione colocándome a alerta.

Este se abrazó a su mismo y negó.

— Solo quería decir que gracias por el abrigo— agradeció bajando la mirada.

La diferencia de altura era muy notable, pero eso no me perturbaba, lo que si me molestaba era que su cuello estaba cubierto de mordidas de vampiro.

Seguro lo tienen en este lugar para alimentarse de su energía vital... para abusar de él como les plazca.

— No tienes agradecer nada, tengo que irme— trate evitar problemas y de alejarme, pero este se volvió a colocar delante de mí para llamar la atención.

No es bueno que esté hablando con él, mi instinto me dice que meterme en esto es únicamente atraer problemas.

— Me llamo Lucas Terra ¿Cómo te llama tú?— pregunto.

Si esos vampiros que se alimentan de ti saben que te estoy ayudando o haciendo plática solamente provocara que me maten.

— No te interesa, niño, solo ve por dónde viniste— exclamé mirándolo con frialdad.

Este me miró con tristeza como si quisiera llorar, pero únicamente lo ignore y seguí con mi camino para ir a investigar que pasa con nuestra misión.

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Narrador omnisciente

Mientras Daimon iba en busca de su hermana, los desconocidos estaban limpiando los utensilios que había utilizado hace unos minutos.

— Estamos cambiando nuestro presente y pronto nuestra realidad dejará de existir por todo lo que hacemos ¿Y estás seguro de seguir este loco plan?— cuestionó uno de los desconocidos.