AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)

28. ¿Puedo comerte a ti?

Daimon

Se estaba haciendo tarde, debía regresar con mi hermana para no preocuparla, pero tenía que pensar antes en que parte de la habitación de Vincent esconder la computadora porque si la llevo conmigo mi padre la vería y no estoy seguro de lo que pueda hacer.

— Traje más comida ¿Sigues teniendo hambre?— pregunto preocupado.

Últimamente, no he comido mucho, pero estar con él de repente me abre el apetito.

— Si, pero de otra cosa— murmuré para mí mismos sin pensar, todo esto estrés de mi padre involucrado en asesinatos de personas que no parecen malas, el hecho que no nos robó de bebes solo me frustran sexualmente porque esa es la única manera en la que controlo mi estrés.

Me tiré a su cama sintiendo que mi espalda descansaba, dormir en el suelo tampoco ayuda.

— ¿Qué cosa? Podría ir a buscar lo que sea solamente pide— expresó.

Me volteé para quedar boca abajo.

— ¿Tienes marihuana?— pregunté.

Este negó de inmediato alarmado.

— No, claro que no, esas cosas no son buenas— exclamó alarmado.

Se me acabó la mía, a este paso me va a tocar tener mi propio cultivo hierva. ¿La marihuana viene en semillas? Si es así necesito comprar muchas.

— ¿Qué es bueno en esta vida?— cuestione sentándose pensando en una opción que me podía ayudar.

La otra vez cuando tome de su sangre pude dormir y le sentía fuerte.

— Mmm... ¿La comida?— respondió dejando con emoción dulce de todo tipo en la cama.

Tengo una mejor idea, me acerqué a él que estaba pie al lado de una de las orillas de su cama.

— ¿Puedo comerte a ti?—cuestione jalando de su suéter y mirándolo fijamente a los ojos, haciendo que se sonrojara al instante.

Incluso sus orejas se colocaron rojas, jale más su suéter para que su cuello quedará a mi alcance.

— ¿No quieres ayudarme?— susurré cerca de su oreja siendo consiente de mi objetivo.

Él tragó saliva y asintió con nerviosismo.

— Si quiero, pero no puedes morder el cuello— me advirtió.

Lo miré sin entender ¿Por qué no puedo? Es un vampiro, puede curar la herida.

— No es que fueras a morir— señale.

Este negó y bajo su cuello mostrando las manchas rojas que tenía alrededor de este.

— Estamos en entrenamiento de combate con los lobos esta semana y nos inyectan un líquido para protegernos del veneno de la mordedura de lobo, ya que está nos roba la energía vital— lo mire sin entender, no había escuchado hablar de eso en la organización— Los combates de este tipo es para que nuestros cuerpos se acostumbren a riegos impredecibles, en el caso dela mordedura de un lobo a vampiros de sangre pura como yo no tiene ningún riesgo, pero no puedo pasar esas pruebas así sin más, porque demostraría que tengo una posición privilegiada por eso, dejo que inyecte el líquido, pero este se pega a ciertas partes y si bebes este mezclado con mi sangre podrían enfermar— me trato de explicar de una forma más fácil.

Levanté las mangas de su suéter y ahí también tenían manchas.

— ¿En qué parte el líquido no se localiza?— pregunté.

Él señaló su rostro.

— En este momento solo la sangre que circula en mi rostro está libre de la inyección— respondió.