AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)

44. Te irás al infierno conmigo, maldito

Mike 

- Él...- trate de tragarme lo que sentía y cerré la puerta, respire y mostré la sonrisa más falsa que tengo- Peleamos, está un poco estresado con tanta cosa, por eso está el lugar lleno de su olor... Pero sé que luego resolveremos las cosas- murmuré esto último sintiendo como se formaba un nudo en mi garganta.

Cuando descubrí que me gustaba, Noah me dije a mi mismo que eso nunca iba a pasar porque era un hombre, un Omega y tenía que resignarme a ver tarde o temprano a mi mejor amigo con una chica, pero... acabo de descubrir que no importaba si era hombre u homosexual, al final él nunca se fijaría en mí porque simplemente no soy yo lo que busca.

- Cariño, ¿Qué pasó?- preguntó la señora Taylor, preocupada.

Respira Mike, vamos, no llores...no lo hagas.

- Quiero aire- Exclamé arrastrándola lejos de ese sitio.

Esto duele como no tienen idea, siento que mi pecho está siendo presionado y golpeado. Podría resignarme a pensar que nunca me verías con ojos de amor ¿Pero por qué me mentiste? Dejaste que me enterará de esta forma y ahora me siento insignificante ¿Qué tiene él que no tenga yo? Quiero entender por qué el sí merece estar entre tus brazos y yo no.

- Mira tus ojos cariño, pareciera que quieres llorar, no me gusta verte así, cuéntale a la tía que te hizo el imbécil de mi hijo- pidió molesta intentando acercarse para abrazarme.

Si dejo que me rodeé con sus brazos voy a llorar y no podré contener por más tiempo mis sentimientos inadecuados. No quiero que tú me odies por ser así.

- Tía, podría por favor dejar de pedirle que me cuide, estoy grande, ya no soy un niño- apreté mis labios y traté de fingir que estaba bien, aunque por dentro me cuestionaba porque tenía que ser espectador de esto.

La miré a los ojos y suspiré agotando mi poca estabilidad.

- ¿Cómo haría eso? Mike eres el hijo de mi mejor amiga, le prometí que cuando ella no pueda estar para ti yo no te dejaría solo- en su mirada había preocupación y cariño.

¿Me dejarías de querer si sabes que soy un enfermo? Que se me enamoro de tu hijo.

- Tía, por favor no quiero que Noah deje todo por cuidarme, él tiene que centrarse más en su vida - pedí.

Quiero dejar de ser una carga para Noah, no quiero que él piense que únicamente estorbo en su vida. Coloque mi mano en mi pecho sintiendo que me dolía este y que me costaba respirar, algo estaba mal conmigo.

- Te colocaste pálido ¿Qué pasa? - pregunto asustada, se acercó a mí y se sobresaltó cuando tocó mi frente- ¡Mierda estás frío! Y tu olor... estás en celo- exclamó asustada.

No podía pasarme esto ahora, coloque mi mano en la pared tratando de mantenerme de pie y agarre mi cuello cuando la sensación de ahogo aumento.

- Alaia- traté de decir apretando el collar que esta me había dado antes de perder toda la fuerza de mi cuerpo.

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Alaia 

Estábamos sentados esperando a los miembros del edificio que se sentarían a comer con nosotros, aún no aparecía Mike lo cual me tenía nerviosa ¿Le habrá pasado algo? Mire a mi hermano, el cual por debajo de la mesa no dejaba de mover sus piernas, demostrando que estaba comenzando a tener ansiedad.

Mi collar vibró de repente, Daimon se dio cuenta de ello, ahí recordé de inmediato que le di a Mike un collar.

- Tenemos algo que hacer primero... ahora volvemos- me levanté de inmediato de la mesa sabiendo que Mike me necesitaba.