AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)

61. ¿Embarazo?

Philips

No me dejan ver a mi mamá, dicen que los delitos que se les asumen como propios son relacionados con las prácticas inapropiadas que involucran usar ropa de mujer, prostituirse y la sodomía, esto sin olvidar que se la investiga por el asesinato de un hombre… el hombre que yo mate. 

Mi madre no es mala, necesitaba sobrevivir y la única manera que tenía era vendiendo su cuerpo, pero jamás obligo a nadie a estar con ella, ella no corrompió a nadie, no debería ser la juzgada ahora cuando sufrió tanto en ese lugar. Esos hombres la maltrataban, la insultaban y abusaban de ella de las peores maneras, yo fui testigo de todas las marcas que dejaban en ella… no tiene la culpa ¿Por qué tiene que pagar por los pecados de otros? Ellos son los que deberían estar encerrados, no ella. 

Ella me salvo, Patricia siempre ha sido mi ángel, la única que se ha preocupado por mí y se ha encargado mi ¿Por qué no puedo hacer lo mismo que ella? Quiero ser fuerte, levantarme de aquí y golpear a todos. Pero no puedo serlo, ahora simplemente estoy asustado imaginando todo lo que le estarán haciendo adentro de ese lugar.

-         Philips, estoy aquí- susurro alguien que se colocó de rodillas ante mí.

Estaba llorando, desconsolado, suplicando que me dejaran ver a mamá, solo me quede en la puerta y me resigne a verme como un inservible. No esperaba que él apareciera.

-         ¿Qué haces aquí, Owen? - exclame nervioso, si se entera de lo de mi madre puede que me deje.

Soy un completo desastre ¿Por qué se quedaría como alguien como yo? Debería buscar a alguien más, yo no sirvo.

-         Fui a verte como te lo había prometido, pero la líder de tu grupo me dijo que había problemas con tu familia, realmente no me quiso decir mucho, así que me toco averiguar por otros medios ¿Cómo está tu mamá? – pregunto limpiado las lágrimas que pasaba por mis mejillas preocupado.

¿Este es el fin? Si te digo la verdad, sé que lo será, nadie soportaría a alguien como nosotros. No somos normales, mamá siempre lo decía.

-         No deberías estar aquí, yo…- traté de decir conteniendo mis ganas de llorar.

Soy un maldito egoísta que te quiere mantener aquí más tiempo, no quiero que me dejes.

-         ¿Qué tengo que hacer para que dejes de sentirte mal? Vamos, dime que pasa y te ayudaré- miro a todos lados preocupados que nos vieran alguien que transitaba por el lugar porque después de todo este tipo de comportamiento cariñoso entre dos hombres era inaceptable- Phillps mis sentimientos no son de cartón, me importas y si estás mal yo haré todo lo que este a mi alcance para cambiar eso- afirmo.

Siempre pierdo, desde que nací perdí la oportunidad de tener una familia convencional, perdí la posibilidad de caminar para defender a Patricia, de tener amigos… pero no te quiero perder a ti. 

-         Prométeme que no me dejaras, no soportaría perder a alguien más- suplique quitando sus manos de mi rostro para quitarme las gafas que estaban todas empañadas por estar llorando.

Owen me quito las gafas de las manos y saco un pañuelo de su bolsillo para limpiar mi rostro que estaba hecho un desastre por mi lloradera.

-         Solo me alejaré de ti si tú me lo pides, créeme que no me gustaría perderte otra vez- esto último lo susurro tan bajo que no lo escuche.

Tome mis gafas de sus manos, este ya las había limpiado para que pudiera ver de nuevo.

-             Mis padres me abandonaron cuando era bebe porque se dieron cuenta de que les salí defectuoso, era un bebe recién nacido, pero no les importo, me tiraron en basurero y probablemente me hubiese muerto ahí… - era difícil para mí contar mi historia, porque no importa cuanto tiempo pase, me sigue doliendo mi realidad- Sin Patricia hoy no estaría aquí, ella es una persona que nació en el cuerpo equivocado y aunque muchos la vean como un hombre, para mí es una mujer porque de esa forma ella se siente feliz, sonríe y es ella misma. Sé que es difícil de entender, pero es mi madre y todo lo que ha hecho es para defenderme y darme lo necesario para sobrevivir, lo cual es difícil, mis piernas no sirven así que era una gran carga, por eso tuvo que vender su cuerpo y soportar cosas horribles, ella es buena te lo juro, ella no merece estar ahí yo… - comencé a explicar desesperado.