Daimon
Una parte de mí quiere dar un paso atrás y ayudarlo, pero no quiero provocar a la organización... No sé que harían si se dan cuenta de que quiero cambiar la línea del tiempo por ayudar a un niño.
Sé que me dirían "Si el niño sufre es porque así tiene que suceder" y, por lo tanto, no me debo meter.
Llegué al balcón y esta vez la cortina no estaba así que podía ver claramente a Vincent salir del baño con solo una toalla enrollada en su cintura.
Aún su cuerpo estaba mojado, se secaba con una toalla el cabello mientras miraba algo de su habitación, se volteó en instante y pude ver su espalda mojada... marcada.
Toque la ventana dos veces para que se diera cuenta de que está ahí y cuando me vio se apresuró a abrirme.
— ¿Qué haces aquí?— fue lo primero que pregunto cuando abrió la ventana.
Te vengo a hablar de la biblia... Obvio no, quiero seguir el plan e irme de este tiempo, pero lo haces difícil cuando pareces enojado conmigo.
— Vengo por mi encendedor— mentí.
El suspiro y se alejó para buscar lo que recién mencioné. Aproveche eso para entrar a su habitación y asegurarme que la pelirroja no estuviera por ahí.
— Ten— me entrego el encendedor.
No me puedo ir así, agarre mi encendedor y lo metí en mi pantalón antes de apretar mis dientes para poder decir lo que iba a decir.
— ¿Me odias ahora?— pregunté.
Él negó, dejo la toalla con la que estaba secando su cabello en su hombro y me miró.
— No, pero lo que pasó no debió pasar— recalcó— Yo no sé que seas, pero yo no soy igual que tú— resaltó con cierto desagrado.
¿Qué soy? Ni siquiera soy lo que crees que soy, solo estoy haciendo esto por la organización no soy gay. Pero tengo que dejar que pensar eso porque es más fácil que explicarte mis razones.
— ¿Por qué si no debió pasar se sintió tan bien?— me comencé acercar a él haciendo que este retrocediera— ¿O solamente fui yo el que se sintió bien? Dime qué no te gusto y me iré— expuse con seguridad.
Él se alejó aún más de mí y me miró como si me tuviera miedo o asco no sé cuál de los dos sentimientos.
— Entre hombres no se debe hacer eso, no es normal...— señaló con seguridad.
¿No es normal? Nada en este maldito mundo es normal incluso tú siendo un vampiro no lo eres así que trágate eso.
— ¿Pero te gustó?— cuestionó intentando acercarme más.
Él negó de inmediato y se alejó aún más como si tuviera un virus contagioso.
— No, es mejor que te vayas — me pidió.
Nunca en mi vida me habían rechazado ¿Cómo es eso posible? Mírame soy Daimon Acatriel, son hermoso, fuerte e ingenioso las chicas babean por mí ¿Por qué tú no? Dilo que no quiero asimilar que alguien me diga que no.
— ¿Estás seguro?—volví a preguntar.
Y el susurro un "Si" mirando la ventana esperando con ansia que me largara.
— Y tranquilo no le diré a nadie sobre tus... ya sabes— aclaró.
Lo mire mal ¿Quién se cree? Sea lo que sea que me guste no es algo que entre en debate público ¿Acaso considero decirlo?
— Haz lo que quieras, imbécil— expuse molesto saliendo de esa habitación.
Baje las escaleras con rabia porque no quería seguir con todo esto, aún no entiendo ¿Cómo puede rechazar a alguien como yo? Debe ser ciego porque soy perfecto.
ESTÁS LEYENDO
AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)
Misteri / Thriller#1 libro de la Saga Sangre Daimon y Alaia asesinaron a sangre fría a un sacerdote del orfanato donde estos vivían. La forma tan despiadada dónde los gemelos cometieron tal crimen parecía tan sobrehumana que una organización llamada "Time" que se se...