AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)

59. La culpa

Daimon

Cambié nuestra posición para ahora quedar encima de él, quería seguir, quería más de Vincent, trate de besarlo, pero este se me rechazo y comenzó a actuar desesperado y ansioso.

— ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?— pregunté mientras trataba de mirarlo para entender qué pasaba.

Comenzó a llorar y escondió su rostro en mi pecho.

— Lo volví a recordar, Daimon yo la lastime y de mi mente no sale sus súplicas y sus quejas, yo...— lo rodeé con mis brazos para intentar calmarlo.

¿Por qué me siento mal? ¿Por qué quiero que dejes de llorar? Debería estar disfrutando verlo así de mal.

— Ella no merecía eso, nadie merece eso, yo no merezco existir — comenzó a llorar hasta el punto que su voz temblaba al igual que él.

Yo quería que sufrieras, quería verte así, pero ahora no se siente bien ¿Qué hiciste conmigo? Este no soy yo, Daimon Acatriel no siente lástima de nadie aun cuando estén tan lamentables.

—No merezco tener a personas buenas como tú, deberías alejarte de mí, no quiero lastimarte a ti también— trato de separarse de mí, pero no lo deje.

Agarre su rostro con fuerza, mire sus ojos, ya no estaban amarillos.  En su mirada había decepción, rabia y tristeza y todo por mi culpa.

— No pasará— aseguré.

Porque sé que al final el único que será lastimando eres tú, no soy bueno para ti ni para nadie. Estoy muy mal, todos los que se acercan a mí terminar llevando lo peor de mis acciones.

— Te equivocas, si pasara mientras siga tratándote así, sé que sientes cosas por los chicos y hago esto contigo aún estando comprometido— quitó mis manos de su rostro— Te estoy lastimando a ti también, yo...—lo interrumpí.

¿Por qué tienes que ser tan bueno? ¿Por qué no puedes ser como yo para no sentirme culpable? Sé malo, solo por una vez, para sentir que no te estoy dañando. 

Me haces sentir que soy el lobo feroz y tu un pequeño conejo indefenso que está herido, crees que me voy a acercar para ayudarte, pero la verdad solo planeo la forma en la que voy a decorarte.

— Tenemos mucho que pensar, pero calma, resolveremos las cosas, todo mejorará— acaricié su espalda que aún estaba cubierta por la ropa— ¿Confías en mí?— pregunté.

Vincent asintió como un cachorro obediente mientras trataba de limpiar sus lágrimas. Es como un niño.

— Haré todo lo que me pidas siempre, gracias por no dejarme solo aun cuando soy una terrible persona que lastimo a la persona que quiere— señaló antes de apoyar su cabeza en mi pecho y abrazarme.

No deberías confiar en mí, solo haré que sufras y que termines tan roto y loco como yo. 

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Alaia

Toda mi vida miré a los demás deseando lo que yo no tenía, no tenía una mamá, ni una infancia llena de felicidad e inocencia, ni mucho menos abuelos o resto de familia que llenará un lugar cuando cumpliera. Solo tenía a Darius y a mi hermano, y me sentía egoísta por qué aún teniéndolos me sentía vacía y sucia.

Aunque trate de fingir que ya no me afecta el pasado, día y noche recuerdo todo a detalle. Y siendo sincera, cuando Connor me tocaba había rastros de terror en mi cabeza, él se detuvo cada que noto eso y quería parar para que no me sintiera incómoda, pero quería seguir porque quería crear nuevos recuerdos, recuerdos donde yo si diera mi consentimiento, no dónde... lo otro pasará.