A H O R A
______ miraba por la ventana de la habitación que compartía con Pieck. Se apoyaba en el barandal del pequeño balcón, en una mano tenía un cigarrillo que estaba a punto de acabarse. Tenía un enorme sentimiento de tristeza y confusión. Desde que había llegado a marley, se sentía vacía nuevamente, sus noches volvían a ser largas por el insomnio y todo se le hacia notar hasta en su físico.Extrañaba demasiado a Armin y quienes sabían de su existencia, es decir Bertholdt y Reiner, se daban cuenta del porque de su actitud y decadencia. Aunque ella intentara negarlo, era obvio que pensar en todo el dolor que le causó a sus amigos, sobre todo al rubio, le pesaba hasta en lo más profundo de su corazón.
Ni siquiera fue consciente del momento en el que las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
– ¿Cómo te encuentras?.
Reiner entró a la habitación algo inseguro, pero aún así lo hace, camina hasta quedar junto a su amiga.
– De verdad siento que te hayamos traído así como así, se que solo nos habían descubierto a Bertholdt y a mi pero... sinceramente no lo pensamos bien y... quizá hasta estropeamos la misión.
– No, descuida –ella toma su mano– De todas formas no tenía que dejarme llevar por mis sentimientos... Tendría que haberlo revelado en algún momento de todas formas.
– Si... eso creo –Reiner suspira pesadamente.
– Por favor no digas nada sobre Armin, a nadie, ni siquiera a Pieck –pide _____– Si mis padres se enteraran que... me enamoré de un "demonio" de Paradise me matarían.
– No diré nada, lo prometo.
El chico sabía perfectamente que ____ nunca se hubiera referido de esa forma a sus amigos, mucho menos si se trataba de Armin.
Armin, el chico que había robado hasta el último suspiro de _____, quien la tenía completamente a sus pies, quien tenía un gran poder sobre ella, ese mismo Armin. Aún así entendía el porqué ____ no quería ni que lo nombraran frente a su familia o compañeros.
– Hay que bajar a comer –Reiner rodea sus hombros con su brazo– Deja ya de fumar esa cosa.
– Que molesto –ella ríe levemente y tira al cigarrillo al suelo, pisandolo y camina con Reiner.
Bajan las escaleras hasta llegar al comedor, ahí ya estaban todos los demas preparándose para la cena. La comida ya estaba servida y olía demasiado bien pero ____ no siente deseo alguno por probar la comida. Todos toman asiento y la cena comienza.
_____ observa a todos servirse la comida y, por supuesto, comenzar a charlar entre ellos. Lo que siempre le gustó de momentos así, era lo hogareño y cálido que se tornaba el ambiente. A pesar de no tener hambre, toma su plato y se sirve algo de la pasta, pero, no sintió hambre en ningún momento, ni siquiera se sentía con las suficientes fuerzas para probar un bocado siquiera.
– ¿Por qué están tan callados ustedes tres? –pregunta Pieck con una agradable sonrisa mirando al trío que volvió de Paradise hace unos días.
– Creo que... no tenemos mucho que decir –se excusa Bertholdt mostrando una apenas notable sonrisa.
– ¿Que? Estuvieron cinco años lejos de aquí y ¿no tienen nada que contar? – Porco levanta una ceja.
– ¿Arruinamos la ceja hablando de eso? ¿Eso quieres? –se apresura en contestar Reiner.
En lo que Porco y Reiner empezaban a atacarse nuevamente, Bertholdt mira a _____ a su lado, la ve jugar con su comida, moviendo de un lado a otro el tenedor en su plato. Sus ojos lucían más apagados de lo normal. Para alguien como Bertholdt, era fácil darse cuenta cuando sus personas más cercanas tenían cambios así de significativos en su actitud.
El muchacho lo piensa por unos segundos... ¿Cuando fue la última vez que la vió comer?.
– Oye ____ ¿si haz estado comiendo? –le susurra Bertholdt a ella, quién lo mira inmediatamente sin decir nada– ¿Estuviste comiendo bien? –ella aparta su mirada– Responde _____ ¿si lo estuviste haciendo verdad?.
La joven mira a Bertholdt y suspira. Aquello es suficiente para que el chico entendiera la respuesta que, lamentablemente, era negativa.
– Es que... me siento muy mal –susurra ____ finalmente sintiendo su vista nublarse por las lagrimas– Perdón – se cubre los ojos para evitar derramar las lagrimas.
Ella se levanta de la mesa fingiendo una sonrisa y se excusa con que quería ir a la cama temprano.
[...]
Otro día comenzaba, eran las diez de la mañana y ya todos estaban fuera de sus camas por excepción de ______, quién no parecía tener ganas de despertar tampoco.
Bertholdt se sienta en el suelo frente a su cama con un tazón lleno de avena y un vaso de agua.
– Buenos días _____, tienes que despertarte ya –el pelinegro sonrie levemente– Oye, dormilona.
– Déjame dormir más... –balbucea _____ entre sueños, intentado cubrirse hasta la cabeza con las mantas.
– No, no, no, ya dormiste demasiado, vamos, despierta.
Ella se resigna finamente y abre los ojos mientras bostezaba. Se sorprende al ver a Bertholdt frente a ella. O tal vez no tenía porqué sentir sorpresa, sabía que el la veía como a una hermanita menor y ella veía en el un hermano.
– Mira, te traje esto, ayer no comiste nada así que hoy nasa de saltarte el desayuno –Bertholdt toma una cucharada de avena.
–No tengo ham... –Escucha su estomago rugir y suspira– Bueno, supongo que ya es hora de comer algo.
– Si que lo es –el lleva la cuchara a la boca de _____ ayudándola a comer.
Ella detestaba que Reiner y Bertholdt la trataran como a una niña pequeña sabiendo que tenían la misma edad, pero en este contexto, era algo demasiado lindo por parte de su amigo quien se había dado cuenta de todo.
______ acepta la ayuda, mientras charlaban un poco. Bertholdt estaba feliz de que estuviera siendo de ayuda, verla comer después de días, le llenaba el corazón.
– Eres el mejor amigo que puedo tener– dice la chica abrazándolo con fuerza una vez que el tazón estaba vacío totalmente.
– No es nada, me gusta ayudarte y lo sabes –Bertholdt le devuelve el abrazo.
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The Only Option (Armin Arlet)
FanfictionCuando es la persona correcta, pero el momento equivocado. Cuando los desastres dentro de este universo impide su unión pero el amor es aún más grande.