The Only Option (Armin Arlet)

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Cuatro años atrás

   ______ se sienta en la acera de una de las calles de la ciudad, ignorando a las demás personas a su alrededor, sabia que hacerles caso no serviría de nada. Observa la manzana en su mano y le da un mordisco luego de unos segundos, totalmente desanimada. Cada día era un martirio peor que el anterior y así sucesivamente.

– Te estaba buscando –dice el chico castaño sentándose junto a ella.

    Ella se pone nerviosa al instante. No era ningun secreto que tenía sentimientos por el y el por ella, incluso sus amigos los molestaban por eso. Compartían la misma edad así como la mayor parte del tiempo, no había momento en que no estuvieran junto ayudándose mutuamente.

– Perdón, solo quería salirme rápido para respirar aire fresco –se disculpa ____ y mira al chico con algo de timidez.

– No, esta bien, no te disculpes –lleva su mano a su nuca y se rasca nervioso– ¿Quieres que te acompañe a tu casa?.

– Claro, eso estaría bien.

   Los dos se levantan de la acera y comienzan a caminar. Se sentían terriblemente observados y no era para menos, eso los ponía más nerviosos aún. La jovencita estira tímidamente su mano hacia la de el, quién la toma luego de juntar valentía. El muchacho siente su rostro arder por la vergüenza y alegría que sentía por poder caminar de la mano de su enamorada.

– Está lindo el día ¿no? –pregunta el chico tratando de romper el silencio entre ellos.

   Apenas tenían diez años por lo que su extraña clase de "noviazgo" no iba más allá de tomarse las manos y hablar de cosas sin sentido. Llevaban muchísimo tiempo conociéndose y ambos eran el primer amor del otro y se tenían muchísimo aprecio.

– Si, el sol está muy lindo a esta hora, me hace sentir con más ánimos –dice ____ estirando sus brazos y dando una vueltita en su lugar haciendo que su acompañante ría.

– Tu haces que me sienta con más ánimos –le dice el dándole una tímida sonrisa.

– ¿En serio? –la niña se pone roja.

   En cuanto el muchacho iba a decir algo, cuatro niños más se les acercan entre risas y jugueteos. Eran sus amigos, quienes no siempre los dejaban tener su buen momento a solas, eran niños, querían estar juntos todo el tiempo y jugar.

– ¡Los estábamos buscando! –se queja el rubio– Cuñadita, no quiero que me estés quitando la atención de mi hermano.

– Pero si siempre estamos todos juntos –se defiende ____ cruzándose de brazos.

– Deja de molestarlos, algún día te tocará tener novia también –le dice el otro rubio.

– ¡Eww no! Las niñas son tan asquerosas.

– No diras lo mismo cuando crezcamos.

Ahora-

– ¿Estás ahí? –pregunta Jean mirando a su amiga.

– ¿Ah? Si, perdón.

  La chica estuvo por más de diez minutos sentada en el césped y mirando a la nada, recordando aquellos tiempos cuando pensar en el futuro no era un problema para ella. Jean se había dado cuenta de cómo se había perdido en sus pensamientos al hablarle más de tres veces sin tener respuesta alguna.

– Creo que me quedé pensando mucho en algo. ¿Que sucede?.

– Qué ya es hora de cenar, hay que irnos –él se levanta y comienza a caminar– ¿En que pensabas?.