The Only Option (Armin Arlet)

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   Cuando finalmente los chicos se reunieron con sus demás compañeros frente a la fogata, el silencio abunda a la ronda.

– Justo como lo temía, no pudimos avanzar mucho de noche –dice Marcel, rompiendo finalmente el silencio.

– Por las nubes no podemos hacer nada.

– ¿No creen que cuando rompamos la muralla el rey enviará al titan Fundador? –habla Bertholdt con una expresión llena de preocupación.

– ¿De que hablas? Confía en la investigación de Marley –Reiner habla.

– Si, ya no hay vuelta atrás... debemos llegar a la muralla –dice Marcel.

– Chicos por favor, ¿Acaso ya olvidaron todo lo que nos hicieron esos demonios?.

– Creo que sabíamos muy a lo que nos enfrentabamos cuando asumimos este puesto –dice _____.

– ¡Si, los guerreros tenemos que salvar al mundo! –el rubio se levanta– ¡Somos los elegidos para matar a esos demonios!.

– Perdón Reiner –se disculpa Marcel repentinamente– La verdad es que... no ibas a ser elegido para ser guerrero, pero yo... resalté tus logros y desvalorice los de mi hermano, manipulé al ejército y todo para proteger a mi hermano menor –mira a Reiner– ¡perdóname Reiner!.

   _____ mira sorprendida a Marcel, entendiendo completamente la actitud del chico y su repentino cambio en los últimos días. Al final, el no había soportado la culpa y lo había confesado todo. Justo detrás de Reiner, una vez que el sol había aparecido luego de una larga noche, un extraño y horrible titan aparece.

  La bestia estaba apunto de atacar a Reiner pero Marcel es mucho más rápido, por lo que empuja lejos al rubio y termina siendo devorado. Las cosas pasan tan rápido que nadie es capaz de hacer nada. Todo sucede bajo los ojos atónitos de ______, quien no terminaba de procesar todo lo que había pasado. Todos estaban asustados.

– ¡MARCEL! –grita horrorizada.

[...]

    

– ¡BAJAME BERTHOLDT! ¡MALDITA SEA, BAJAME YA! –forcejea la muchacha sin dejar de llorar.

– Perdón, es que no podías quedarte allá, entiendelo –Bertholdt baja a la chica de su hombro.

– ¡Pero es que Marcel...! –sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas y comienza a llorar nuevamente tirandose en el césped– ¿¡Por que?!.

   El dolor que sentía era inexplicable. Al empezar la misión, sabia que debía preparse quizá para experimentar el dolor emocional más fuerte de su vida, sabia que podría perder amigos y que sufriría, pero no esperaba perder a alguien tan importante como Marcel a un día de empezar.

   El shock había sido tan grande que en el momento en que devoraron a Marcel, _____ no pudo mover ni un solo piel, por lo que Bertholdt se encargó de ponerla a salvo y subirla a sus hombros mientras todos corrían lo más rápido que sus piernas se lo permitían. Pero en cuanto fue capaz de volver a la realidad, no dejó de llorar y patalear todo el camino pidiendo salvar a Marcel aunque ya era imposible.

– Marcel... –susurra _____ con lágrimas en los ojos.

   Bertholdt no sabe bien que hacer, por lo que simplemente se agacha a su lado y soba la espalda de su amiga buscando consolarla. Pocos segundos después, Annie llega detrás de ellos, agitada.

– Es la primera vez que tu me ganas en una carrera –dice Annie tomando una bocanada de aire– Si hubiéramos detenido a ese titan aún tendríamos al mandíbula... pero ahora Marcel no volverá a casa.

   Al oír aquello, el dolor de ____ se incrementa aún más, siendo incapaz de detener su llanto. Por otro lado, quien también sufría demasiado por la culpa, era Reiner.

– Volvamos –Annie da media vuelta– Debemos recuperar al titan mandíbula, a este paso, ya debe estar en su forma humana. De todas formas sin Marcel como líder no podemos seguir.

   La rubia toma los brazos de ____ con cuidado, ayudándola a levantarse. Entonces los tres, Bertholdt y ambas chicas, comienzan a caminar.

– ¡Esperen, no se vayan! ¡Detenganse! –los detiene Reiner–  ¡No pienso regresar sin haber cumplido la misión!.

– Es verdad, no puedes regresar. Si lo haces te quitaran el titan acorazado y otro guerrero te devorará –Annie lo mira– Sin embargo eso no me importa.

– ¿¡Y creen que es solo mi culpa?! ¿Soy el responsable de que todos saliéramos corriendo al mismo tiempo? –grita el rubio– Si regresamos, a ustedes también los devorarán. Y no me parece buena idea recuperar al mandíbula, la persona que lo posee podría utilizarlo para escapar, ¡no lo alcanzariamos nunca!.

– ¡No podría controlar tan rápido su poder del titán! –contradice Bertholdt.

– ¡Tu pudiste controlar al titan Colosal de inmediato! –grita– ¡No podemos regresar a Marley sin el titán Fundador!.

– Si antes hubieras pensado como lo haces ahora, no habríamos perdido a Marcel ni al titan mandíbula –gruñe Annie acercándose peligrosamente al muchacho– ¿¡Te atreves a amenazarnos para salvarte el maldito pellejo?!.

   La rubia golpea fuertemente con su pie el rostro de su compañero.

– ¡Tu serás quien se disculpe con Magath y le dirás que todo esto es culpa tuya! –ella comienza a golpear el rostro del chico– ¡Odio a los marleyanos honorarios y también a los guerreros! ¡Eldia y Marley son igual de mentirosos! ¡Solo se preocupan por ellos mismos! ¡Yo también tengo que volver a mi hogar así que carga con la culpa y muere!.

   Bertholdt y _____ miraban atónitos la escena, sin ser capaces de decir o hacer algo. El chico no lo hacía gracias a su personalidad tan tranquila pero la chica, por otro lado, seguía en una especie de shock por la muerte de su querido Marcel.

  Pronto, una pelea mucho más fuerte se desencadena entre sus otros dos compañeros.

– Reiner está muerto –dice el rubio mientras ahogaba a Annie– Si es tan necesario Marcel, yo me convertiré en el.

–No peleen... por favor –pide Bertholdt soltando una lágrima.

– Solo así volveremos a nuestros hogares, es la única opción –sigue hablando el rubio– Volvamos juntos a casa.

~en la actualidad~

   _______ se recarga en la pared de uno de los callejones de la ciudad, mientras secaba las lágrimas de sus ojos. No sabía porqué, pero siempre recordaba cosas como esas en los peores momentos. Y le dolía tanto que hasta la hacia desbordarse en lágrimas.
  
   Odiaba volver a sentir la impotencia y odio por ella misma. Se preguntaba que tanto hubieran cambiado las cosas si tan solo no hubieran perdido a Marcel. Pero como ella lo dijo "las cosas pasaban por algo".

– Señorita, ¿se encuentra usted bien?.

– Esa voz...

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