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Liam vino devuelta al dormitorio haciendo un ruido de tarareo hacia la puerta misma.

Damon quien estaba sentado en la cama, miró instantáneamente a Gallagher abriendo la puerta del cuarto. Se veía aún más pálido de lo que ya era.

Su cabello estaba seco, anteriormente había escuchado el sonido de la secadora. Damon continuó su recorrido con la mirada, y apreció la bata blanca que traía Liam, cubría todo su físico húmedo hasta sus rodillas.

--Dames...--{dijo aquella voz que tanto amaba.

El perfume que desprendía de su cuerpo, es el néctar que los labios de Albarn imploran.

--¿Qué ocurre?--{dice extrañamente temeroso.

Esta es otra sensación cautivante y nueva, que se hacía notar por la expresión de los ojos de Albarn.

Con la cálida ternura con que se acaricia un perrito, y con la cuidadosa delicadeza con que se cura una herida, Liam se acerca a él.

De pronto, Albarn siente sus palabras impactar contra sus labios cuando le murmuró:

--Eres consciente de que yo siento amor por tí... ¿Cierto?--{la mano de Liam sube a su rostro para tocar su mejilla, haciendo que Damon lo mire directamente a los ojos. --Dames, dime... Estás enamorado de mí... ¿No es verdad?--

Unas desafiladas uñas se hunden en su mejilla. Liam quiere una respuesta concreta. La boca de Damon está repentinamente seca. Se lame los labios y traga saliva.

Albarn estaba más que dispuesto a aceptar de una vez la pregunta, aceptar sus consecuencias, y liberarse de su cárcel...

Él asintió con fragilidad ante la pregunta.

--Lamentablemente es así, William...--{comentó Damon profundamente apenado.

Liam lo miró con sus espesas pestañas y sonrió complacido.

De pronto, Albarn sufre un desgarrón en el pecho en cuanto escucha una pequeña risilla silenciosa del otro hombre.

Liam tira de sus labios ajenos con el pulgar, su dedo se desliza fácilmente por la humedad.

--No te impacientes, tienes que aceptarlo como indicador de un nuevo camino... No te sientas obligado a sentir todo esto, cariño...--

Hasta el tono de su voz, o el roce de su mano hacen que el corazón se estremezca en su pecho, y advierte con una mezcla de orgullo, y de miedo, que una naturaleza nueva y más grande se ha despertado dentro de Damon.

--Las palabras que me dijiste...--{balbuceó el rubio perdido en sus ojos.

--Estas palabras no te dirán lo mismo.
No te tortures siéndote culpable ante tus emociones...--{le dijo en voz susurrante.

Su piel contra contra la suya le resultaba ardiente, precisamente era como acercar las manos al fuego. Sentía un cosquilleo molesto en el estómago, y un impulso apenas irrefrenable al acercarlo más a él.

--Sólo quiero compartir contigo algunas cosas simples...--{menciona acariciando la mejilla de Albarn. --Acepta tu realidad...--

Ante la situación, su corazón tiene mil interrogantes.

Liam no podía dejar de pensar en todo, en los sentimientos que había estado sentido al darse cuenta de lo que había sucedido...

No podía dejar de pensar en el hecho de que quería recordar. Y cuanto más se preguntaba por qué lo deseaba tanto, más lo hacía temblar la respuesta.

Para hacerlo temblar también, estaban los dedos de Damon, que de repente, decidieron posarse delicadamente en su cuello, tocando un mordisco de amor que le había hecho semanas antes.

Liam estaba demasiado perdido para reaccionar, además ese contacto inesperado lo había debilitado más de lo que nunca hubiera imaginado.

Se encogió de hombros, y cerró los ojos.

Sin timidez, se acercó muy lentamente a su rostro, y alzó la mandíbula para querer aproximar sus labios, a los de Albarn.

Tocándose muy mínimamente.

Llegó a sentir sus respiraciones formando una ola de calor inmenso cerca de sus bocas.

Liam se apartó con cautela, y lo miró apasionadamente a los ojos, sus pupilas dilatadas parecían aquellos relojes que le estaban diciendo al rubio que el tiempo se le estaba agotando.

Ahora un roze comenzó a surgir desde su hombro, era la mano de Liam, deslizando su dedo índice hacia la babilla de Damon...

Las yemas de su dedos tocaban ligeramente los labios finos de Albarn, los ojos de Liam estaban conectados a ellos. Acariciaba aquella fina capa de la boca de Damon con demasiada ternura, que lo hizo delirar.

Y justo en el pequeño instante en donde Liam bajó su mano de aquél encantador tacto...

Damon con su desesperación, estaba fielmente decidido con lo que iba a hacer.

Por ende, sujetó el rostro hacia Liam con gentileza, con el fin de apoyar delicadamente los labios húmedos de éste, sobre los suyos.

Damon tranquilizó su cuerpo, sintiendo como aquello le provocaba otro cosquilleo aún más potente.

Gallagher respondió por sorpresa, abriendo los ojos.

Parte del dolor y la felicidad, lo golpea en el pecho, en el interior... Liam es un hombre débil, así que estuvo de acuerdo en seguir el baile de sus labios. Abrió apenas su boca para profundizar de esa forma el beso.

Cuando ambos cortaron su muestra de amor, se miraron entre sí con nerviosismo, y algo de abyección.

Miles de cosas pasaron por la mente de Albarn a estas alturas, le fascinó tenerlo así de cerca, apreciar su pecho subir y bajar en una respiración más calmada.

Pero a su vez, se quedó aterrorizado con disgusto...

Simplemente se sentía terriblemente confundido, terriblemente culpable de sentirse enfermo por besar a otro hombre...

Y no esperaba que esto al fin se le ocurriera, no se había preparado mentalmente para ello, para sentir ese disconforme y desazón.

Pero sí que valió la espera para hacerlo y experimentarlo por primera vez...

--Oh, dulzura...--{murmuró el rubio con aspiración.

La templanza de la hermosura de Liam, enmascara la avidez del deseo que tiene Damon.

Es sobre todo, la fugacidad de la sensación. La calidez del dulce beso que le proporcionó le fue inigualable.

No sospechaba siquiera cómo iban a terminar las cosas, pero se le dieron las reverendas ganas de acostarse con el encantador hombre que tenía delante suyo, que ahora lo estaba hechizando con un rostro ávido y listo para lo que viene...