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Esta antigua, espaciosa, pero hermosa casa, estaba bastante lejos de su mansión.

Las habitaciones eran entregadas a la soledad y el eco, sólo en algunas zonas permanecía la oscuridad.

Junto a las ventanas había una amplia escalera, largos pasadizos, puertas disimuladas en rincones misteriosos, y muebles grandes, como algunas habitaciones modernas.

Era una de esas casas rurales espaciosas, con techos altos en pendiente suave, construidas en el estilo transmitido desde los primeros colonos holandeses; los bajos aleros protectores formaban una galería a lo largo del frente, que podía cerrarse cuando el clima era lluvioso.

Ya oscurecía cuando Albarn llegó al hogar del cantante, éste lo recibió como de costumbre, con un cálido abrazo.

Ahora ellos estaban sentados en la cama disfrutando un rato leyendo.

--Odio ésta...--{dijo Liam, observando la portada de una revista. --Salí con la boca jadeando al parecer...--{le muestra y señala al rubio la imagen.

Él levantó la mirada de su libro, se asoma para alcanzar a leerlo.

--''Famosos en la cuidad, el candidato a la presidencia, Damon Albarn, y la bomba sexual británica, Liam Gallagher''...--{frunció los labios dudoso. --Que vulgar... "bomba sexual"--

La prensa, las emisiones de televisión, los paparazzis, todo es espantoso, pero indispensable.

Damon le dice agotado:

--No comprendo nada de todas estas historias de periodistas exclusivas...--

Como él está cansado, quiere dormir, no quiere hacer nada más, sólo tiene un néctar amargo, que inhalaba todos los días.

--Supongo que para ellos nunca está demás exagerar un poco sus tontas noticias--{emitió Gallagher, dejando de un lado la revista que le pareció ofensiva.

Albarn volvió a tomar aquella revista otra vez, y buscó algo más entre las páginas. Sus ojos vagaron lentamente por las pequeñas palabras.

--Parece que serás la nueva sensación en taquilla--{menciona Albarn, luego de leer el artículo de la página quince sobre el proceso de su película.

Le mostró la hoja a Liam en dónde se mostraba él, y éste se limitó a darle un gesto sin vida.

--Eso lo que veo en la foto, no soy yo...--{él apartó la revista de su cara resignado.

Gallagher tuvo un momento de contención notable, pero Albarn no comentó nada.

Pasaron minutos de nula charla, hasta que la boca del cantante comenzó a secarse.

Liam se levantó de la cama, y quitó el cerrojo de la puerta de oro. El rubio se mantenía a estrecha distancia de su presencia.

--Voy por algo de beber...--{dijo Gallagher antes de irse a la cocina, dejando la puerta semi abierta.

Al rato regresó corriendo, Damon se alarmó al oír sus pasos rápidos.

--¿Oíste eso?--{susurró Liam de pie, junto a la puerta. Estaba agitado con una botella de whisky en la mano.

Albarn prestó atención, pero ni el menor ruido procedente desde afuera perturbaba ahora a completa inquietud de la noche.

Entonces exclamó:

--No lo creo...--

--Quieren matarme--{expresó Liam con gracia, y una sonrisa abierta.

Damon no quiso contarle nada, salvo que Liam se había comportado como un pequeño idiota al que se había atemorizado con su propia cabeza, a causa de la cual, el crujido de una ventana o la caída de un alfiler bastaban para asustarlo; y con la ayuda del whisky, se las arregló para pasar la noche, mientras permanecía sentado en una almohada, mirando el fuego de la chimenea en el cuarto.

Damon se había convertido en el único acompañante nocturno de Liam.

El comportamiento de Gallagher era raro. Éste se reclinaba a medias en la cama, tenía una necesidad irresistible de mover las piernas constantemente, y exigía que Albarn lo acompañara a fumar.

Cuando este otro se entregó humildemente a ello, puesto que la acción de fumar es un placer taciturno, hasta que el rubio completaba su tercera pipa, no iniciaba la conversación, y al comenzarla el castaño el tema resultaba de su agrado.

--Te ordeno, primor, que me mires a la cara y que no temas expresar lo que piensas...--{dijo el más joven antes de expulsar humo, contemplándolo con una sonrisa persistente y astuta. --Tú sabes tan bien cómo yo ¿Quién ha permanecido más en contacto contigo? No me lo niegues... ¿Tu maldita ex-esposa o yo?--{mostró una leve cara descarada.

--No diga esas cosas, William...--{le respondió el político, luego de un prolongado silencio un tanto torvo, y asustado, sin quitarle los ojos de su rostro que no experimentó cambios.

--¿Para qué sirve andar con tapujos? Usted sabe que está sintiendo algo por mí, está perfectamente enterado de ello...--

Albarn se sintió muy amedrentado, y una extraña sonrisa seductora se asomó por sus labios, lo que lo derritió aún más.

Dejó su pipa, y permaneció mirando a su interés amoroso, como si estuviera soñando.

--Si pensaras de ese modo, no sonreirías como lo estás haciendo--{observó sus gestos, Albarn torvamente se cubrió la frentre para masajearla.

--Estoy cansado, Dames. Y da lo mismo sonreír, que hacer cualquier otra cosa. Seguiré sonriendo mientras pueda, y se me acaben las ganas de hacerlo...--{respondió, aplastando su cigarrilo en el cenicero de su mesita de noche. --¿Tienes noticias de lo que piensa hacer tu puto propietario conmigo? Él no para de amenazarme con la mirada... Eso era cuanto quería decirte. Ahora Dames, sigue fumando tu pipa, que yo me iré a dormir...--

El cantante se dio la vuelta, y se recostó serenamente con la cabeza apoyada en la almohada.

El político lo contempló, y echó una mirada a la puerta. Llenó a medias su vaso de alcohol, lo bebió, se sintió mejor, y se acomodó a su lado, mirando en dirección de su espalda.

Al cabo de unos cuantos segundos, Albarn puso, afectuosamente, su mano en el muslo del otro con lentitud.

No pudo resistir a la tentación de asomar su mano, y acariciar la pierna ajena completa, su tierna piel pálida.

El único secreto para acabar con las tensiones de Liam, está en saberlo acariciar con manos hábiles y con mucho amor.

--Me gusta que hagas eso...--{le informó Liam en un surruro, consiguiendo que a Damon no se le olvidara el ardor que iniciaba a darle en la entrepierna.

Él era una hombre de mentalidad práctica, astuto en sus tratos, y muy hábil con las manos.

--¿Gustaría de un pequeño masaje?--

El joven permaneció complacido ante la sugerencia, y sus ojos echaron chispas de placer. Quería que ese momento no terminara nunca.

Pero luego recordó que todavía no resultaban ser nada en concreto, y probablemente nunca lo serían.

Con tristeza aceptó, y se durmió en medio del masaje que le realizó Albarn.

Ɠ૭vꫀɼmꫀຖϯ Ħ૭૭ƙꫀɼ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora