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Se sentaba a fumar su pipa de la tarde, observando los logros de su mandato.

Cada día más poder, más control. Los papeles con informes firmados por él. Su candidatura a ser presidente de la nación... Todo parecía ir por un buen trayecto asegurado.

Se miró en el reflejo del cristal, y se preguntó por lo que sentía últimamente...

La otra noche le había comentado a Liam que le gustaba su cabello, se lo acarició y peinó. Su nerviosismo aumentó con un poco de tacto.

Damon, que no es de carácter tierno, y sólo en asunto muy sonado, se inclinó para darle un beso la mejilla aquella noche.

Lo recuerda con cada minúsculo detalle...

Albarn se inclinó en medio del masaje, y le besó en el costado de su cara. Sin decir una palabra, se le erizaron todos los vellos del cuerpo, una adrenalina bruta...

Liam sonrió, y captó una sonrisa en el rostro de Damon que trató de ocultar. Las comisuras de su boca también se levantaron, y sus manos insatisfechas alcanzaron el dobladillo de su ropa con picardía. Sabía que no podía soportar ese movimiento.

Experimentó que todo su mundo se derretía.

Regresó a suspirar al memorizar la bonita sonrisa de Gallagher en su cabeza, daría su vida por ver esa sonrisa todo el día, dibujada en sus labios, y que él sea el causante.

Jamás ha sentido una emoción así de semejante... Recibir tanta felicidad.

La visión del hermoso joven tan fresco y encantador, había sacudido su indómito y volcánico corazón hasta sus raíces más hondas.

Cuando él apareció por primera vez en su vida, se dió cuenta de que se había producido una crisis en su vida, y que ni las especulaciones de las personas, ni ningún otro asunto, podrán tener tanta importancia para él, como este nuevo y absorbente amorío.

El amor que había estallado en su corazón no era el capricho cambiante y súbito de un hombre, sino más bien, la pasión salvaje, y fue feroz de un hombre de voluntad fuerte, y de temperamento imperioso.

Albarn estaba acostumbrado a tener éxito en todo lo que emprendía. Se juró que no fracasaría en esta empresa, si el esfuerzo y la perseverancia humana eran capaces de llevarlo al éxito.

Era un secreto, Liam era su pequeño secreto. Nadie lo puede saber, sólo Liam y él.

Su vida había transcurrido en una gran soledad sentimental, y sus afectos fueron muy limitados. Había en ello una frialdad, alguna timidez que debió de provenirle de la severidad, que envolvió sus años adolescentes.

Nunca contrajo ninguna pasión, ni tuvo tiempo, ni anhelo de una persona en específico.
Ciertamente, con frecuencia, le asaltaba el pensamiento de que habría de enamorarse algún día, pero, sin que tal propósito adquiriese los contornos de una decisión.

Él venía a condensar estos anhelos recónditos e imprecisos.

Liam necesitaba a alguien especial, él fingía tener la perfección en público, pero estaba destruido en privado. Ese pensamiento a Damon lo golpeó duro.

Evocaba con nostalgia como era ver a Liam al día siguiente de una de esas noches más largas que otras noches... Cuando su cuerpo y el alma siente la resaca del alcohol, la risa o el llanto por culpa del piano que él tocó.

Con arrogancia el alcohol solemne, revive la memoria, de olores, de sonidos... Aromas es una palabra tenue, hay una sutileza en la palabra aroma, y otra intensidad pasional en la palabra olor. El alcohol es intenso como la memoria.

Mientras tanto, en la residencia de Gallagher en su habitación, él perdura arrojado en la cama mirando el techo, mordiéndose las uñas y fumando un cigarrillo tras otro. El sol brilla con un tono rosado por la tarde.

Repentinamente, se reincorpora y se retuerce un poco, con el fin de alcanzar un libro que había abandonado en el suelo.

Arranca con cuidado una página en blanco del final de la tapa, y buscó en su cajón algo de tinta.

Ni pasó ni un segundo desde que apoyó la punta del plumón, para iniciar a anotar muy aceleradamente, pero no de un modo frustrado, él en realidad estaba muy calmado escribiendo.

Relataba sus pensamientos, como siempre, sólo quería despejarse y distraer a su mente que estaba dando rodeos con lo que sucedía las últimas noches.

Si lo quería, no tenía que alejarse, lo va a llamar... tratará de estar cerca de él. La ausencia es amiga del olvido.

En el momento que acabó la nota, con su firma al costado izquierdo, leyó atentamente lo que había redactado en la hoja.

Terminó en escribir en la carta, su secreto.

No obstante, le aterra la idea de que alguien que no le imcumbe, abra la carta, la lea y descubra lo que oculta.

En tal caso, le pagaría otra vez a alguien para no estar soltero, debía estar acompañado de una pareja.

Si una persona abre esa carta antes que Albarn, no podrá saber su secreto. El eterno y fiel secretario del político era capaz de hacer todo.

Con el sobre oculto bajo su abrigo, salió de su hogar y lo dejó en el buzón.

El corazón le da un vuelco tan fuerte que, durante un segundo, se queda sin aliento. Él observa a su alrededor, debe conservar la calma. Si alguien sospecha algo, las dificultades no tardarán en producirse.

Ɠ૭vꫀɼmꫀຖϯ Ħ૭૭ƙꫀɼ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora