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Damon vió subir al escenario una banda de hombres que iban a tocar música jazz y blues, su género musical favorito. Hicieron una armonía con la música, mientras repartían comida elegante en las mesas de las celebridades.

A la vez que los conocidos de su mesa hablaban de temas concretos, degustando sus platos, Damon ni tocó con el tenedor la comida.

Él visualizaba al cantante desde el otro lado de la mesa.

¿Por qué le tuvo que tocar estar tan alejado de él?

Liam movía sus dedos y su cabeza de un lado a otro, según el ritmo de la música suave con una sonrisa cerrada.

Parecía que Damon ya había sido conquistado por completo por aquel bello hombre.

Luego de varios discursos, halagos, mucha música , y la participación de todos los famosos al frente del escenario, ya se acercaba poco para el momento más especial, la medianoche.

El principal representante, acompañado de aplausos del público, apoyó sus manos en los bordes del atril, inclinó su boca al micrófono y anunció con mucha carisma.

--Señor Albarn, en esta ocasión de su cumpleaños, para preparar cerrar este festejo con broche de oro... presentamos este encantador joven. Que no es sólo un cantante y símbolo popular, sino también, una maravillosa persona... Él no necesita mucha presentación, y no voy a hacerlo esperar más...--{al pronunciar lo antes dicho, la orquesta tocó un redoble de tambores, recreando un ruido ansioso. --Señor Albarn... ¡Liam Gallagher!--

El público aclamó con furor, ante la aparición de la luz efocando en el telón de atrás.

Inédito.

Todos los famosos habían actuado estupendamente, no obstante, todos pasaron al olvido, eclipsados por la breve aparición de Liam.

Él cantante, corrió dando pasos cortos, y pequeños saltos. Al momento de llegar al atril, el representante le da su espacio, y se va del sitio.

El ruido potente de los silbidos y aplausos, tardaron en desaparecer.

El castaño colocó su mano en la frente, y achicó los ojos, recreando un gesto divertido de buscar, entre la cantidad de personas presentes, al político.

Al ubicarlo, centró sus ojos en él. Movió el micrófono flexible a su gusto, y le dió un diminuto golpe con su dedo a la rejilla esponjosa.

Por otros segundos más, regresaron los aplausos y el aullido del público emocionado.

Liam tagó saliva cuando el entorno se silenció.

Sonaron tanto unas notas de jazz, al igual que un piano, y entonces, la voz aterciopelada de Gallagher, inundó el lugar.

--Feliz cumpleaños... a tí, Señor Albarn...--{pronunció en voz cantarina.

Al político se le hace la piel de gallina con tan sólo oír la primera parte de la canción.

Tanta picardía en una sola persona, su voz era bellísima. Basta, él ya no podía seguir mirándolo así, podría explotar cuando continuó oyendo parte de su canto.

--Gracias por todas las cosas que usted ha hecho... por las batallas que ha ganado... por la forma en que usted se ha encargado... y de nuestros problemas a toneladas... se lo agradecemos mucho... ¡Todo el mundo! ¡Feliz cumpleaños!--{invitó emocionado a la gente a cantar a coro la canción.

Las personas le hicieron caso, mientras entraba un pastel gigantesco en manos de cuatro portadores al lugar, con el fin de dejarlo en la mesa de postres.

Para Damon, el tradicional e inocente feliz cumpleaños, se transformó en una sexy melodía. Fue el canto más sensual que se haya oído nunca.
La voz ronca en un susurro, la respiración audible, a capela y, quién le importa. Fue erotismo puro.

Esos suspiros bajos, como si dejase salir aire, son la imitación de gemidos. Además, logró un tono más gélido, la parte masculina relacionó esta con la feminidad, por lo que, es resultó seductor y tentador.

Gallagher se presentó como el más deslumbrante y atrayente deleite.

Luego de la contenta reacción del público, y de haber dejado el postre en su sitio, Liam se fue de la escena, dejando volver al representante al atril.

De ahí, el mismo representante de antes volvió corriendo al atril para hablar al micrófono:

--Damas y caballeros... ahora escucharemos las palabras del político de la ministración británica, Damon Albarn--{llamó el hombre, para que él diera sus agradecimientos.

Saltó a escena con ruido del público y subió al esenario. Agradeció de forma encantadora a las personas que habían asistido parte de la gala.

--Muchas gracias a toda la gente que organizó este espectacular evento... Ahora puedo retirarme de la política tras haber tenido un feliz cumpleaños, cantado para mí de una manera tan dulce, y espléndida--{añadió, repartiendo una sonrisa educada.

Todos rieron plácidamente por el comentario, y prosiguieron con los discursos.