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Estaba en el set de grabación, y Liam ya había hecho orgullosamente su último trabajo frente a la cámara.

Ahora tan sólo tendría que esperar los aplausos del público alabando su película, para luego hundirse en un mar de tristeza, debido a toda la presión que tuvo que pasar para realizar todo este rodaje.

Ahora Liam estaba sentado frente al espejo, fumando un cigarro sin ánimos.

Tenía tan poca energía en su cuerpo, que dejó caer al suelo su cigarro de sus dedos.

Brett lo llamó con un silbido, una vez que entró a su camerino:

--Liam, qué hermoso estás, como siempre con tu rostro tan atractivo...--{sus ojos fieros lo miraron con firme resolución.

Él encendió la radio bien fuerte para que las otras personas del estudio no los oigan.

Gallagher se esmeraba en lucir siempre coqueto y arreglado. Si bien estaba contento con sus labores, se percibía cierta trsiteza en su lindo rostro que algunos atribuían a la adicción de sus medicamentos.

--No solamente soy una puta cara bonita, Brett...--{refunfuñó Liam, sin querer hacerle caso.

Anderson sonrio y se acercó a él, pisando con su zapato elegante, el cigarro que el castaño había arrojado.

--Por supuesto que lo eres, siempre me miras con esos ojos cuando estamos solos...--{respondió con cara de medio excusarse.

Gallagher al oir ello, puso los ojos en blanco.

--¿Piensas que yo soy sólo un pasatiempo para tus remordimientos de mierda, o qué?--{dijo abruptamente, levantándose de su silla, enfrentádolo con la mirada.

--Oh, por supuesto que no lo eres... ¿Quieres que te sirva un té caliente, o un buen vino como el jodido alcohólico deprimido que eres?--{escupió con una sonrisa malvada.

Liam quiso desmentir las rebuscadas palabras de Brett hacia él, sin embargo, no podía negar que lo había tomado como una costumbre.

Y sin vergüenza, Liam admitió que era un triste hombre alcohólico, que prefería mil veces desayunar con una copa de vino, que una insípida taza de té. No podía amanecer sin probar ese elixir carmesí.

--Tu siempre fuiste tan amable de pensar en mis necesidades. ¿Por qué me lo niegas ahora?--{insinuó Brett, comenzando a atormentarlo con su peligrosa vanidad.

--Qué valiente eres para decir eso...--{pronunció clavando sus ojos azules sobre él. --¿Piensas que será tan fácil, cierto? Lamento mucho que escuches mis palabras, pero no pienso en suplicarte. Resérvate tus pobres fantasías para hacerlo con otras damas prostitutas--

--Te lo aclaro, Liamie...--{le susurró cerca de su rostro, ese nombre con el que se dirigió a él, era tan infantil. --En mis fantasías no sólo me supricarías por un beso, tenlo por seguro...--

Liam le dió un empujón suave, para después dirigirse a una nesa en donde habían dos copas y una botella semi vacía de vino.

--No actues de esa manera conmigo, ¿Acaso crees que esa actitud de niño bueno me hará cambiar que eres una maldita bazofia de persona?--{prosiguió irritado de toda esta charla insulsa.

--Ah, ¿Entonces quieres que te trate rudo?--{murmura, cruzándose de brazos. --No te hagas el difícil, anhelas estar en una relación conmigo--

A Gallagher se le revolvió el estómago.

--¿Por qué asumes que necesito estar contigo? nunca me interesaría un pedazo de mierda tan grande como tú...--{responde, señalándolo con el dedo. --Tú tienes que verme triste para quererme--

--Eres la única persona que sabe follar como una verdadera prostituta--{susurra entre dientes, lleno de rabia, mientras daba pasos hacia atrás.

¿Qué se supone que debía hacer Liam en ese caso?

--Eres un maldito desubicado...--{rechistó enfadado, y harto de este abuso que había sufrido.

Su temperamento llegó a tal punto, que agarró una de las copas de la mesa, para después, arrojarla furiosamente contra la pared al lado de Anderson, quien cubrió la cabeza para protegerse.

El vidrio resonó en todo el cuarto...

Todos los trozos cortantes cayeron y se esparcieron por el suelo.

Su puntería falló estrepitosamente. Quería hacer que la cara de Brett quedara desfigurada por el cristal.

--¿¡Qué mierda te sucede, Liam Gallagher!? ¡Eres un maldito loco!--{gritó desesperado, quitando los brazos de su cabeza.

A Liam le hubiera encantado ver la cara de ese adinerado hombre suplicando de dolor, tal cual había hecho con él, aquellas ocasiones en donde se quedaron solos luego de cada actuación.

Y justo en el momento, menos esperado, Brett se acerca a Liam con ganas de querer ahorcarlo con las manos.

--¡Dames!--{suspira de alivio Liam, al verlo entrar al camerino.

Anderson quien tenía las manos cerca del cuello del castaño, se apartó de inmediato.

--¿Está todo en orden, William?--{cuestiona Albarn preocupado, analizando la escena extraña delante de sus ojos.

Damon había venido sin anticipación al set de grabación para cuidar de Liam, y poder llevarlo a casa una vez que acabe todo.

--¡Oh, señor presidente!--{dice Brett, tanto sorprendido como nervioso por la aparición del rubio.

Damon se acerca a él, y lo mira con seriedad.

--¿Usted qué se supone que está haciendo con él?--

Anderson se queda atascado en sus palabras, y sólo se disculpa pobremente, a la par que se desliza para llegar a la puerta.

Damon lo observa con sus ojos malignos, cuando Anderson sale del cuarto sospechosamente.

Liam se guardó las palabras está vez.

Albarn y Gallagher no hablaron mucho de lo que había ocurrido, todo se queda en el olvido una vez que Liam se apresuró en cerrar la puerta con la llave, para después darle un beso en los labios a Damon.

Hace siete horas que Liam estuvo ahí reunido con otras personas en el set de grabación para terminar la última escena, que terminó siendo plena noche.

Damon acompañó a Liam a su auto presidencial para llevarlo a casa.

Liam se quedó perdido en sus pensamientos mientras estaba en el asiento trasero del auto. Casi se queda dormido cuando empezó a oír la radio, la música se distorsionaba en sus oídos.

Giró su cabeza y vió que afuera sólo se ven algunas luces rojas o blancas por la ventana.

Estaba empalado de tanto vino del set que le duele la cabeza, de tanto sueño que ya ni abría los párpados, de hambre y sed.

Estaba decepcionado de sí mismo por acabar nuevamente ebrio.

De pronto y de la nada, siente ganas de llorar.

Sin embargo, no hubo tiempo para eso

Por fin, está en su casa, por fin podrá refrescarse y reanimarse un poco.

Albarn se despide de él junto a un gesto con la mano y de dice cariñosamente que descanse bien. Liam le sonrió débilmente y también le deseó buenas noches.

Ya fuera del coche, el aire que lo acoge... es completamente distinto.

Tan ligero, tan puro, que aturde y... le quita el aliento.

Esto, añadido a la fatiga de todas estas horas de viaje, y de espera con sueño, sin alimento hace se sienta totalmente drogado.

Liam abre la puerta de su hogar, y perezosamente se dirige a su cuarto a descansar...

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⏰ Última actualización: Jul 14 ⏰

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Ɠ૭vꫀɼmꫀຖϯ Ħ૭૭ƙꫀɼ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora