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Reprimiendo la eufórica sensación de transgresión y pecado, Damon descargó una mano sobre la pierna desnuda de Gallagher debajo de su bata de baño.

Liam, en su propio escenario, tenía el mismo conflicto interno de culpa.

Éste mismo al sentir esto, deslizó afectuosamente la mano hasta el muslo de Damon, y ahí la dejó, masajeando la zona.

Entonces, contestó que para él, iba a ser un gusto realizarlo.

Liam empujó con suavidad un poco más al rubio a la cama, y desenrrendó el nudo de su bata blanca, y permitió caer la tela al piso.

Se asomaron libres al fin los pequeños pezones y todo su pulcro cuerpo expuesto. Cuando Liam alzó la cabeza observando valientemente a su prometido, percibió el rastro del miedo y lujuria por los ojos de Albarn, pero anuló toda resistencia, mirándolo con más intensidad.

Pidiéndole que tuviera coraje, porque lo que venía era realmente el plato fuerte...

Gallagher mira hacia un costado de la habitación por unos segundos...

Camina lentamente hacia la otra esquina de su cama, y se recuesta ahora con un cigarrillo entre los dedos que sacó del cajón.

Toma una caja de fósforos, y enciende las velas del candelabro de su mesita de noche. Luego prende la punta de su cigarro con la ardiente y sorprendente mirada de Albarn puesta en él.

Liam abre un poco las piernas, e hizo señas con el dedo para que Damon se le acerque.

--Dames, te necesito...--{la voz ronca de Liam inundó la habitación.

Había descubierto una mina de oro, sus rasgos no podrían haber resplandecido con más deleite.

El rubio se aproximó a él en cuatro patas, y le pidió permiso de poder besarlo de nuevo.

Liam sonrió asistiendo con la cabeza, y volvió a fundirse en aquellos labios que imploraron su boca.

Liam suspira y muerde suavemente el labio inferior de Damon, disfrutando del pequeño zumbido que provoca.

Se mueve para presionar sus labios en la mandíbula de Damon, observando cómo sus ojos se cierran, mientras su boca permanece abierta.

Albarn intentó sobreponerse al contacto de la lengua, extrañamente dulce sobre su piel del cuello, aunque se podía ver el esfuerzo que hacía para mantener la dignidad. Hasta que Liam avanzó tanto, que Damon no pudo más que entregarse.

Se interpone en medio de las piernas ajenas, y se inclina, presionando unos besos en el interior del muslo de Liam. Los músculos debajo de la piel pálida se tensan, como si no esperara el adorable gesto.

Damon mira hacia arriba para ver su reacción, encontrando los ojos frágiles de Liam en los suyos, el cigarrillo olvidado a medio camino de su boca. Él sigue sellando sus besos, y ahora, con chupetones en su tierna carne.

Sólo desea estar en silencio el tiempo suficiente para firmar su nombre alrededor de la entrepierna de Liam, dejarle unas marcas rojas de un tatuaje eterno en su carne...

Cuando Gallagher comienza a hacer estos diminutos gemidos quebradizos, Damon mantiene sus ojos en él. En el momento de esta vulnerabilidad ganada con tanto amor, lo calla besándolo con una necesidad hambrienta.

Liam cuando se queda sin aliento, lo empuja hacia atrás, casi derribándolo.

Da una calada fuerte a su cigarrillo, casi se acaba en ese momento.