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Esa noche especial, se atrevió a conocerlo. Dejó por un momento su lugar correspondiente, y caminó cautelosamente hacia la mesa contraria dónde se ubicaba.

Al estar detrás de él, el hombre ajeno percibió la precencia del rubio en su espalda.

Lo primero que hizo este fue voltearse, sonreír coquetamente, para luego, saludarlo con delicadeza. Damon correspondió al saludo sonriente.

Damon se sorprendió por la distancia repentinamente acortada, este joven no pertenece a Londres, es audaz y apasionado, como una mariposa amazónica irrumpiendo en un bosque de acero. Esto hace que Damon se sienta extraño, pero claramente no odia esta sensación.

--¿Tú eres Liam Gallagher?--{cuestionó, junto una leve mirada cálida. Lo sentía, sentía un aroma seductor proveniente del castaño.

--En efecto, ese soy yo...--{respondió suave. Sus mejillas apenas se enrojecen al escucharlo. Albarn no esperó a que su tono tan marcado lo hiciera delirar por unos cuantos segundos. --Ya lo sabías, ¿No es así? Señor Albarn...--{agregó éste poco tiempo después.

Sus acentos chocaron, y Damon se dió cuenta de que a Liam le parecía gracioso. Aunque es cierto que también pudo ver que a él le parecía algo excitante.

--De hecho sí, pero... debo decir que sólo me acerqué a usted para apreciar su voz. Me es muy atractiva--{las palabras dichas por el político, hicieron abocharnar tenuemente al cantante.

Ese detalle le había sido encantador. Él sonrió radiante, mientras se enorgullece por del dialecto de Albarn.

--Oh, ya lo sé... todos me lo dicen--{aclaró con una arrogancia que también fue encantadora.

Ningún hombre se lo diría, únicamente mujeres que intentaban llegar a algo más con Liam.

Pero, la persona más importante del país se lo dijo, y desde ese momento, siempre esperará palabras dulces por parte de Damon.