˜025˜

64 20 9
                                    

•────•─────♢.✰.♢─────•────•

Unas pocas nubes ambarinas flotaban en el cielo, sin un soplo de aire que las moviera. Era un dorado atardecer, de distintos tonos de colores, y ambos hombres sostenían una charla entretenida.

Determinaron en dar una vuelta por el gigante jardín de la mansión, después de unas cuantas horas de haberse habituado en la impecable sala de estar, requerían de despejarse en la intemperie.

A decir verdad, era bastante bella y agradable, repleto de pinos, plantas hermosas, y un gran lago. Hasta llegaba a parecer un pequeño bosque.

Pasaron horas incontables en el exterior, sentados en una mesa con carpa, bebiendo y comiendo unos picadillos, a la vez de tener su conversación variada al respecto de su fama.

Sin embargo, empezaba a suceder algo...

--Y sabes, no tengo ni la más mínima idea de lo que me ocurre...--{habló Liam, sumergiendo una cereza en su copa de vino tinto para llevarla a su boca. --Últimamente me siento y veo como la mierda la mayor parte del tiempo, soy de lo peor. Estoy jodiéndome la vida...--{la expresión en su rostro era angustiosa.

La plática de a poco se había tornado decaída, a lo que para el rubio lo confundió.

Por casualidad, Albarn notó que mientras más bebía Gallagher de su vino, su actitud se transformaba cada vez más agobiada.

Lo cuál era peculiar, él siempre se mostraba positivo en todos los medios públicos... era un hombre alegre.

Albarn, quién se mantenía aún sobrio cómo de costumbre, lo comprendió y escuchó sus problemas. Entre estas se trataban de sus restricciones y pareja.

Gallagher se entristecía, y suspiraba sin parar con temblor. Deseaba tener a la mano una cajetilla de cigarrillos, o de barbitúricos, pero en ese día no vió necesario llevárselos consigo.

Todos sus días se sentían como un fracaso.

El rubio no lograba entender qué debía hacer ahora en esta situación tan desviada y tensa, no era nada bueno en ayudar cuando alguien se encontraba en un mal momento.

Nunca fue alguien de expresarse... Tampoco le enseñaron cómo debía hacerlo.

Tomó la botella de la bebida alcohólica, para alejarla lentamente del alcance de su acompañante.

Y dijo lo primero que se le vino a la mente:

--Pues... no pienso que tú eres así. Yo estoy seguro de que eres un bombón... T-trato de decir, que tienes rasgos muy lindos y todo eso... ¿Por qué tú no piensas lo mismo?--{preguntó con un ligero, pero extremadamente cauto movimiento de la cabeza, y una contracción del entrecejo.

Las mejillas de Liam se han enrojecido.

El cantante, que en ese momento llevaba nuevamente su copa de vino a los labios, se detuvo un instante.

Al voltearse miró a su interrogador, en un estado estático, y bajando pausadamente la copa a la mesa. Analizando aquella inusual frase.

Usando toda su fuerza de voluntad para no reírse con tal panorama del rubio. Al fin al cabo, empezó a soltar una risa suave.

Nada pone tan nervioso a Albarn cuándo Liam sonreía.

No pasó mucho tiempo para que Damon iniciara a reírse también con él. Por lo menos, se sintió mejor al haber animado la borrachera deprimida del castaño.

Mientras disfrutaban del momento, Liam se apróximaba para recostar su mentón sobre el hombro ajeno. Acto seguido, hundió su cara sobre el hueco de su cuello, provocando que Albarn sintiera cosquillas y se encogiera de hombros con una risita.

Sus mejillas regresaron a teñirse de un rojo travieso, a la vez que, tímidamente, rodeaba a Gallagher en un calinoso abrazo.

Ɠ૭vꫀɼmꫀຖϯ Ħ૭૭ƙꫀɼ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora