Dulces sueños [Aizawa Shouta]

Capítulo 20

Capítulo 20: Llamas.

POV de TN

Habían pasado ya cuatro días desde que Aizawa y yo habíamos tenido esa conversación, desde entonces apenas habíamos hablado, no por otra cosa que no fueran los exámenes, él estaba ocupado haciéndolos y yo, para mi desgracia, estudiando y ayudando a Auri.

Y no solo eso, a nuestros ya cargados horarios se sumaba el hecho de tener que vigilar las cámaras de seguridad. Con el pasar de los días llegamos a la conclusión de que la irritabilidad y mejora en los dones de varios alumnos de segundo B era, en efecto, causada por la Kiken.

No fue difícil saberlo, solo tuve que hablar un poco con ellos.

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—Hola, chicos—, saludó Auri a un grupo de cinco personas—, os presento a una amiga mía...

El grupo entero nos miró con la superioridad con la que mirarían a simples bichos, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que el número de personas que consumía la droga había crecido, ya no era solo uno.

—¡Hola!— Saludé acercándome amistosamente.

—Oye, yo me voy, no quiero problemas—. Se despidió mi amiga con un susurro.

—¿Qué quieres?— Preguntó una chica.

—Solo quería conoceros, se dice por la academia que sois muy fuertes.

—¿Acaso quieres que te machaquemos?— Cuestionó un chico.

—Sería un honor poder luchar contra vosotros—. Sonreí.

Gracias a nueva información que nos había llegado sabíamos que la droga causaba la dilatación de las pupilas y un ligero cambio de color en los ojos, aclaraba el iris y enrojecía ligeramente la esclerótica . Había estado estudiando a la clase, sabía cómo eran sus rasgos y cuando nos enfrentamos pude apreciar el cambio producido por el alucinógeno en todos los miembros de dicho grupo.

Por supuesto, fui derrotada. No peleé en serio, no sería lógico que una alumna de segundo curso fuese capaz de ganar a cinco personas con sus capacidades alteradas.

Cuando la pelea acabó, quedé sentada en el suelo y escuché la conversación de los cinco.

—Tenemos que hablar con Flame, me estoy quedando sin energía...— Gruñó otro chico.

Ahí estaba, la pista que necesitaba.

En un principio pensé que Flame sería quien les proporcionaba la droga desde el exterior, que en realidad los hermanos de la cafetería se habían equivocado, pero no era así.

En primer curso había un muchacho que llamaba mucho la atención, era muy alto y corpulento, con facciones que resultaban similares a las de un adulto. Su don se relacionaba con el fuego.

Las cámaras situadas dentro de los edificios nunca llegaron a captar nada interesante, pero las que rodeaban el bosque situado alrededor de las piscinas, sí.

Flame había sido captado en dos ocasiones dando droga a los de segundo. Nadie más en la academia presentó síntomas de haberla consumido.

Pero la misión no era encontrar a alguien que la vendiese a alumnos, era encontrar a alguien que vendiese droga a gente fuera de la academia.

Podría ser Flame u otra persona que se la vendiese a él. No podíamos actuar aún si no queríamos que se nos descubriera, así que decidimos esperar.

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—TN, dice Aizawa que vayas a su oficina—. Dijo Auri entrando en mi habitación.

Me dirigí hasta allí, por un lado, feliz de poder ver a mi novio a solas, por otro, nerviosa por la información que pudiera tener.