Dulces sueños [Aizawa Shouta]

Capítulo 45

Capítulo 45: El agua.

Punto de vista de Aizawa.

No había parado de llover en más de dos meses.

No era algo que se comentara mucho, estábamos en temporada de lluvias y, a pesar de que era extraño que no hubiese parado en ningún momento, nadie dudaba en achacar el problema al cambio climático.

Yo sabía que no era así.

Cuando TN estaba contenta, la lluvia amainaba, cuando se ponía triste, llovían gotas finas, pero abundantes, cuando estaba enfadada, se volvía muy intensa y se escuchaban truenos.

Cuando llegaba el orgasmo, amainaba y cuando llegaba a siete, paraba en su totalidad, pero solo durante unas horas, dado que podía escuchar las gotas de lluvia volver golpear el cristal desde la comodidad y calidez de la cama.

Cuando la puse nerviosa en clase, diciéndole que le haría lo que había dicho Auri, me di cuenta del cambio en la lluvia.

Si bien lo había estado sospechando, aquello acabó de convencerme de que aquel era el motivo y de que debería investigarlo.

Después de eso fui a la agencia meteorológica que había en la ciudad, donde les pedí que me mandasen los datos de ese último mes y en adelante, ya que necesitaba alguna prueba sobre la que apoyarme si quería contárselo a Nezu.

Después de la actuación de Eri, la lluvia paró completamente durante bastante tiempo, pero no fue hasta que hablé con TN después que supe el motivo, la pequeña la había llamado "mamá".

Antes de cenar hablé con Recovery, a quien le expliqué mi teoría y que fue conmigo a decírselo a Nezu.

—El poder necesario para hacer que llueva en toda la ciudad es enorme—. Explicó Nezu, escéptico—. Quizá solo sean coincidencias.

Pero tras una larga e intensa charla de Recovery, acabó dándonos la razón.

—¿Y qué deberíamos hacer?— Pregunté.

—No decírselo, por supuesto, y mantenerla lo más feliz posible—. Respondió Nezu con obviedad.

¿Y de qué serviría eso? De nada. Había que solucionarlo, pero, ¿cómo?

—Tiene que recuperar el control de su don... Claro, ahora todo tiene sentido, nunca perdió su don, sino el control sobre él, ahora que ya no está débil su poder ha vuelto—. Dedujo Recovery, aunque no fue de mucha ayuda, había llegado a la misma conclusión que yo.

—¿Y cómo va a recuperarlo?— Volví a preguntar.

—No lo sé—. Murmuró disgustada.

El sonido del despertador despejó mis pensamientos y, como de costumbre, fui a ducharme, dejando que TN apurase esos pocos minutos para dormir un poco más.

Cuando salí del baño, listo para pasarme diez minutos tratando de despertarla, me sorprendió verla incorporada.

—¿Cómo te encuentras? Ayer me pasé un poco.

—Me duele todo, pero no me arrepiento de nada—. Respondió con una inocente sonrisa que contrastaba con las acciones de la noche anterior—. No te preocupes, estoy bien.

Trató de levantarse, pero con un gimoteo y una mueca de dolor, volvió a sentarse.

Mierda.

—Vale, no estás bien, voy a traer a Recovery—. Dije preocupado, buscando mi ropa por la habitación.

—¡Ni se te ocurra llamar a mi abuela! — Exclamó preocupada.

—¿Cómo no voy a hacerlo? Estás mal, te he roto o algo, es mi culpa, ¿prefieres que te lleve al hospital? ¿Y si pasa demasiado tiempo y te mueres o te desangras o algo así? No, voy a llamar a tu abuela...