Capítulo 42

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Capítulo 42: Que llueva, que llueva...

Punto de vista de TN.

El estridente sonido del despertador consiguió que despertase sobresaltada en el medio de un sueño, provocando que estuviese tremendamente desorientada por más tiempo del que me gustaría admitir.

Durante los primeros minutos, en los cuales me quedé contemplando el techo hipnotizada, llegué a estar convencida de que aún era una estudiante y que tenía que prepararme para ir a clase.

—¿Estás bien?—. Preguntó Shouta moviendo su mano delante de mi cara.

La visión de Aizawa en la misma cama que yo, con el torso desnudo y despeinado me sorprendió durante un instante en el que creí que aún era mi profesor, pero me ayudó a despejarme.

—Sí, soñé que era mi cumpleaños... Era como un recuerdo.

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—¡Feliz cumpleaños a mi persona favorita de todo el mundo!— Gritó Mina en cuanto me vio.

Aquel año mi cumpleaños había coincidido com un sábado, por lo que pudimos quedar para celebrarlo.

—Muchas gracias, Mina...

—Calla y ponte el tutú y el gorro de cumple—. Me calló dándome las prendas rosadas.

—Pero...

—No.

—¡¿Puede saberse qué haces en la residencia de los profesores?!— El grito de mi abuela nos sobresaltó.

—Es que tenía que buscar a TN para celebrar su cumple, Recovery, soy la encargada de prepararla.

—¿Tienes que ponerte un tutú?— Me preguntó mi abuela—. Vaya pringada—. Comentó entre risas—. Felicidades, por cierto. Ya te daré tu regalo más tarde.

Estábamos a punto de salir de allí cuando la voz infantil de Eri nos detuvo.

—¡Feliz cumple, TN!— Gritó corriendo hacia mí para abrazarme—. Te he hecho un regalo—. Exclamó entregándome un dibujo en el que salíamos las dos—. Estás muy guapa, me gusta mucho tu tutú.

—¿Vais a salir del campus?

La grave voz de Shouta tras nosotras nos sorprendió.

—Eso pretendíamos, sí—. Contestó Mina desconfiada, sabiendo que el profesor podría fastidiar sus planes con tan solo una palabra.

—No puede ir con un tutú puesto, ya hay gente que no toma enserio a las heroínas por el simple hecho de ser mujeres, si en el futuro se filtran imágenes de eso, ¿qué pensarán?

Mina me miró disgustada y con un gesto dio a entender que cedía ante las predicciones del profesor.

—Toma Eri, te regalo el tutú y el gorro.

La pequeña sonrió y me dio otro abrazo antes de echar a correr para verse al espejo cuando se lo pusiera.

Cuando estábamos a punto de cerrar la puerta e irnos de allí, pude escuchar un "felicidades" de parte de nuestro profesor, fue un susurro, pero llegó a mis oídos.

Nunca lo admitiría, pero aquella fue la única felicitación con la que sentí verdadera felicidad, verdadera ilusión, la única con la que sentí mariposas en el estómago.

En parte fue triste y me hizo plantearme muchas cosas, ¿por qué las felicitaciones de la gente que más me quería y a quienes yo más quería no me afectaban así? Nunca pensé que algo tan común, que me habían repetido tantas veces, pudiese tener tal efecto en mí solo por la persona que lo decía. ¿Tan enamorada estaba a pesar de que era clara la falta de reciprocidad?

Dulces sueños [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora