Capítulo 16

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Capítulo 16: Cascadas.

POV de TN

—Y esta es la cafetería, ya verás mañana, está todo muy rico, pero solo venimos a comer—. Me explicó Auri.

Yo recorría los pasillos del colegio encantada, me daba rabia no poder saludar a la gente que conocía o tomarme las confianzas con los profesores que se tomaban los alumnos del curso superior con los que ya habían forjado relaciones más estrechas.

Cuando íbamos de vuelta a la residencia nos encontramos a Shouta y Eri jugando a la pelota.

—Esa es Eri, la hija del profesor Aizawa, es muy buena, pero un poco tímida, ven, te la presentaré—. Nos acercamos hacia donde ellos estaban—. Hola profesor Aizawa, hola Eri.

Shouta nos saludó, pero Eri se ocultó tras él.

—¿Ves? Hasta que te coja confianza va a ser difícil que hables con ella...— Se frotó la cabeza llena de flores.

Ese era el don de Auri, era capaz de hacer crecer plantas donde quisiese, pudiendo usarlas para atrapar, dañar o incluso envenenar a sus enemigos; aunque lo que prefería era hacerlas crecer en su cabello castaño, ese día había elegido unas campánulas* que se esparcían por el largo de su melena.

—No pasa nada—, comenté—, es normal que me tenga miedo si no me conoce. Espero que podamos hacernos amigas pronto, pequeña—. Me dirigí a la niña.

Eri se asomó un poco, curiosa. Nosotras, por nuestra parte, continuamos nuestro camino.

—En la residencia duerme poca gente, antes era obligatorio, pero ahora ya no y solo nos quedamos en momentos precisos. Como mis padres viven bastante lejos yo me quedo por semana... Además, este finde va a ser de cuatro días, ¿tú te vas con tus padres?

—No, creo que me quedaré para adaptarme.

—Es una buena idea, yo me voy a ir solo los dos primeros días, los otros dos ya estaré aquí, es que mis padres se van a ir al extranjero para ver a mi her...

No pude evitar desconectar, si había algo que le encantaba a Auri era hablar; hablar, hablar y hablar...

Me sorprendí al ver que en la residencia solo éramos nosotras dos, supuse que no tendrían exámenes o algo por el estilo.

—¿Sabes? Me alegro de que hayas venido, muchas veces me quedo sola y es un poco aburrido, no es que lo odie, pero es reconfortante poder hablar con alguien. Ya verás que guais van a ser las clases, te encantarán, los profesores son casi todos muy majos, el que más miedo da es Aizawa, pero se está ablandando. ¡Ah! Pero si no te lo había dicho, Aizawa está saliendo con una amiga mía, nos enteramos hace poco, porque resulta que se fueron juntos a una convención de bufandas ellos dos solos—, hizo un movimiento insinuante con las cejas y yo sentí como aparecía algo de rubor en mis mejillas—, estuve mirando en Internet y no existen las convenciones de bufandas, así que supongo que harían otras cosas, debería llamarla para preguntarle...

Sentí como se me paraba el corazón, Auri era muy cotilla, era la persona de la que más debería distanciarme, pero ahí estaba yo, a su lado, temiendo no haber puesto el móvil en silencio y que este sonase.

—Es una lástima que me lo confiscara Cementoss—. Pude respirar aliviada cuando terminó su oración.

Después de muchos datos sobre mis nuevos compañeros y los profesores me fui a mi cuarto, alegando que estaba cansada del viaje.

Cuando entré me sorprendí al ver una figura en la terraza, cogí una daga que tenía escondida en un mueble junto a la entrada y me adentré con los nervios a flor de piel.

Dulces sueños [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora