Capítulo 3

3.7K 268 138
                                    

Capítulo tres:  Un amanecer.

Caminamos un rato cuando Aizawa se paró, pensaba que habíamos llegado a su coche, pero no fue así.

—Es Rayo Mcqueen, ¡cachao!—. Dijo mientras miraba un coche rojo que acababa de pasar.

No sabía si reírme, llorar o preocuparme por su estado, sin duda el alcohol ya le había causado efecto.

—Ese sí que es Rayo Mcqueen—. Comentó riendo Denki mientras saltaba sobre una persona.

—¿Se puede saber qué estáis haciendo?—. Nos preguntó Iida.

—Ay, Tenya, habíamos quedado Mina, yo y Denki...

—El burro delante—. Me corrigió él.

—Por eso puse a Denki—, repliqué, a lo que el rubio comenzó a reírse, cayendo de los brazos de Ingenium, que rodó los ojos, yo continué hablando—, ahora los tengo que llevar a casa porque a cierto héroe se le olvidó que no tenía que beber.

—Curpable—, Aizawa comenzó a reirse—, quería decir curpable,— volvió a reír—, culpable.

El alcohol hace cosas raras.

Fue extraño escuchar su risa, juraría que nunca lo había oído reír, sí lo había visto sonreír, pero nunca reír.

Iida se ofreció a ayudarnos a llegar hasta el coche, no sin antes hacerme un control de alcoholemia, claro. Una vez llegamos, Aizawa me dio las llaves y nos despedimos de Iida.

Quien más cerca de la zona vivía era Mina, así que primero  la lleve a ella a su casa. Kirishima llegó al mismo tiempo que nosotros. Él, animado, se acercó a saludarnos.

—¡Hola chicos!, espera, ¿qué hacen los profes aquí?

Todos comenzamos a saludarlo amistosamente, Denki, por ejemplo, con un "brooo", Aizawa, por su parte, prefirió el mote "pelo pincho".

—Esto es muy raro—. Dijo él extrañado.

Sí que lo era, parecía más una especie de pesadilla que la vida real, es decir, ¿quién iba a decirme que iba a cuidar de mis profesores borrachos? No, sin duda eso no era normal. Quizá era otra pesadilla.

—Están borrachos, olvídalo, ya te lo explicará Mina mañana—. Atajé.

Mina salió del coche y arrastró a Kirishima hasta su casa, prometiéndole que al día siguiente lo ataría a la cama, ya que en ese momento estaba muy cansada.

—¡Acuérdate de comprar cuerdas de algodón!—. Le recordó Midnight.

El siguiente en ser llevado a su casa fue Denki.

—Oye, ¿al final Jirou va a trasladarse?— Pregunté con curiosidad.

—Sí, la semana que viene, va a venir conmigo a vivir—, respondió a mi pregunta sonriente mientras se bajaba del coche—, otro día tenemos que quedar para seguir perreando, Toshi.

Si de algo estaba segura era de que Denki no estaba borracho, tenía muy buena resistencia al alcohol, normalmente solo fingía que lo estaba.

—Es como una liberación—. Me confesó una vez—. Nadie espera que te comportes con seriedad estando borracho, si piensan que he bebido más de la cuenta, no me juzgan.

También me explicó que le resultaba algo molesto el mareo que le provocaba la bebida, por ello no solía tomar de más.

—Adiós, Pikachu—, me despedí—, ¿os tengo que llevar a la UA?— pregunté mirando a los héroes que se sentaban atrás.

Dulces sueños [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora