Capítulo 39*

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Capítulo 39: Sabor a mango.

Punto de vista de TN.

Shouta cerró la puerta tras nosotros con fuerza.

Fue graciosa la mirada desorientada de este, que pretendía ir a la cama cuanto antes, al darse cuanta de lo mucho que había cambiado la habitación.

En realidad, por mucho que lo llamasen "habitación" , los profesores siempre habían tenido pequeños apartamentos de los que disfrutar.

Disponían, al igual que los alumnos, de una habitación y un baño, a los que se sumaban una pequeña cocina y una zona a la que podría llamarse "salita", aunque sin duda careciera de los metros cuadrados necesarios para considerarla así.

Ahora todo había sido doblado en tamaño, incluida la cama, por supuesto.

Caminó lento, con el ceño fruncido, hacia una mesita de noche.

-Qué hijos de puta-. Murmuró rebuscando en el cajón-. Los condones no están aquí-. Miró en la otra mesita, al otro lado de la cama solo para encontrárselo vacío, mientras yo me mantenía alejada, no queriendo ser un estorbo-. Perfecto, parece que el universo está decidido a que no follemos hoy, o eso, o está deseando que te quedes embarazada-. Se podía distinguir claramente como iba poniéndose de peor humor, no estaba siendo un buen día para ninguno de nosotros-. Espérame aquí, voy a por el que iba a usar en el coche, creo que lo guarde en la guantera... O puede que volviese a meterlo en el maletero...

Fue corriendo a buscarlo, mientras tanto, yo comencé a deshacer las maletas.

Tan solo había sacado algunos cables y puesto mi teléfono móvil a cargar cuando Shouta volvió a entrar, cabizbajo y pesimista, tirándose en el sofá boca abajo.

-Está caducado-. Se quedó callado unos segundos, respirando sonoramente antes de continuar hablando-. No me lo puedo creer.

-Sho-. Lo llamé sonriente.

-Dime, Gatita.

-Cuando fuiste a mi casa a hacer las maletas... ¿Lo metiste todo?

-Sí, tuve que comprar una maleta gigante además de las que tenías y aún así la cerré sentándome encima, ¿es que falta...?- Pareció como si de pronto un resorte hubiese comenzado a girar en su cabeza, se levantó sobresaltado y se abalanzó sobre la gran maleta negra, donde yo acababa de encontrar todos los condones que él había comprado semanas atrás.

De pronto, la tranquilidad pareció apoderarse de él, se incorporó y se acercó a TN con lentitud. Una vez frente a ella, apoyó su mano en el costado de su cara, acariciándola con suavidad.

-Te has portado extremadamente mal hoy-.Murmuró, como si le explicase algo muy sencillo a un niño, mientras su mano bajaba a mi cuello para sujetarlo con certeza-. Tentándome cada vez que tenías oportunidad, incluso después de castigarte... Si no fuera por la ganas que tengo de follarte...- Apretó con suavidad su garganta y la soltó con lentitud, yendo a buscar algo a un armario-. Tenía pensado esperar un poco más para esto... Pero creo que es el equilibrio perfecto entre un castigo y un premio.

Sacó una caja negra y grande de la parte superior del armario y la posó en la cama.

-¿Entonces me he portado bien o mal?

Ignoró mi pregunta y sacó una especie de botella de la caja.

-¿Qué es eso?

-Un limpiador anal-. Contestó con obviedad, tendiéndomelo junto a las instrucciones.

-¿Y qué se supone que tengo que hacer con eso?- Pregunté sorprendida y asustada a partes iguales.

-Lo sabes perfectamente, ahora ve al baño y hazlo-. Demandó.

Dulces sueños [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora