32. Rogaría ser perdonado, si conociera mi pecado

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—¿Qué? —preguntó el muchacho, con una expresión de confusión como si hubiese recibido un golpe, sintiendo que ya no entendía nada de lo que sucedía.

—Me hice algunas pruebas ayer y todas dieron positivo —explicó, mirando el vaso que sostenía en sus manos. Sus dedos jugando con el vidrio para no confrontar a Cein por la vergüenza que sentía y por lo injusto que sabía que era para él pasar por todo eso cuando sólo había sido un ángel con ella.

—¿Es broma? —expresó todavía confundido—. Con todo lo que ha sucedido, no hemos tenido sexo en varias semanas.

—Lo sé —fue lo único que supo contestar antes de que sintiera un nudo en la garganta y los nervios recorrer todo su cuerpo.

El muchacho sintió otra vez la ira invadiéndolo, pero ahora aún más y combinado con el sentimiento de impotencia, sabiendo que ya no le podía hacer nada a Sungmin. Fue un sentimiento tan extraño que terminó por reírse y mirar de reojo al cielo. Cada vez iba entendiendo más porqué Gyeong odiaba "al de arriba".

—No podría decirte si es tuyo o... de él, pero, si te soy sincera, no quiero saber.

—Yo tampoco.

Él creía que no importaba si era de él o de Sungmin. El niño no tenía porqué ser como uno de ellos dos, aunque naciera con la misma cara de violador del papá; pero ese no era el asunto en ese momento, aunque sí le molestaba que la incógnita pusiera el tema del abuso como probabilidad, en vez de solo la irresponsabilidad de Gyeong y Cein.

—En serio que ese hijo de puta ni muerto deja de joder —dijo él, colérico por unos segundos, hasta que se levantó y trató de pensar en el problema principal. ¿Qué harían?

—¿Qué quieres hacer? —le preguntó a ella, dispuesto a hacer lo que decidiera.

—¿A qué te refieres?

—Tienes dos opciones, Gyeong. Las dos son difíciles, pero voy a hacer lo que tú digas.

Ella suspiró cansada de tener que lidiar con todo, aunque sabía que era responsable. Por un lado, no quería tener un hijo en ese momento, y peor de Sungmin, pero por otro lado, había sido educada con el pensamiento de que el aborto era prácticamente asesinato. No sabía cuál le perjudicaba más.

—Si decidiera tenerlo, ¿qué harías?

—Me hago responsable —contestó casi al instante, y con seguridad—. Es más, soy responsable. Trabajaré más y te mantendré a ti y a nuestro hijo.

"Nuestro hijo", repitió ella en su cabeza. Cein se estaba tomando la responsabilidad completa, haciéndole saber que no era problema de ella, sino de ambos.

—...¿Y si no es tuyo?

—No te voy a decir que no me molesta el sólo saber de quién y cómo sucedió. Pero el bebé no tiene la culpa. Aunque dependerá de como lo veas tú.

Por dentro, Gyeong-hui sentía que quería más a Cein por la forma en la que la apoyaba sin criticarla. Él en serio la amaba. Recordó a su primer novio que prácticamente se alejó de la responsabilidad de un problema que él mismo había creado; y aunque al final fue falsa alarma, también fue un alivio saber que él no era el indicado y que desde el principio se trató de un error que no debía extrañar.

—¿Y si decidiera... no tenerlo? —no sólo le dificultaba decirlo, sino además pensarlo.

—También soy responsable —contestó con la misma firmeza—. Veremos la forma de conseguir dinero y yo te voy a acompañar y a cuidar una vez que todo termine.

Blood, Sweat & TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora