Pov: Katherine
Me encuentro en el taxi de camino al aeropuerto, son las 8:00 AM y me estoy muriendo de sueño. Una vez el taxi me deja en la entrada, me bajo recogiendo mi maleta y me dirijo a dentro. Me fijo en el tablero en el cual se anuncian todos los vuelos, y veo que el mío se ha retrasado dos horas, por lo que al ver que me sobra tiempo suficiente me decido por ir a una librería que vi cuando pasaba.
Al entrar en la librería saludo a la señora sonriente que está en el mostrador y rápidamente me conduzco por las estanterías mirando algún libro que llame mi atención. Buscando entre todas las opciones que hay y encuentro uno que me convence, así que lo tomo y voy a la caja registradora donde se encuentra la amable dependienta de antes que me atiende muy alegremente, parece una amante de los libros como yo.
- Uff, y que hago yo ahora.- dije una vez salí de allí, guardando primero el libro en la maleta.
Sin saber que hacer empecé a caminar por los pasillos del aeropuerto sin rumbo concreto, como si fuera el mismísimo Casper hasta que vi una cafetería y decidí entrar. Fui al mostrador y aunque acababa de desayunar apenas hacía media hora, mi apetito se volvió abrir al ver tantos dulces desde cupcakes hasta bollitos rellenos de crema y chocolate.
- ¿Señorita?
- ¿Eh?- le dije al camarero mientras despertaba de mi ensoñación.
- ¿Qué va ordenar?
- Ahh, pues...quiero un café con leche y un bollito de chocolate.
- Ahora mismo se lo sirvo.
En menos de cinco minutos ya tenía mi consumición en una pequeña bandeja en la que me había depositado todo. Así que la agarre entre mis manos dándole las gracias y me dirigí a la primera mesa que encontré, pero justo antes de sentarme escuché a mis espaldas
- ¡Katy!
¡Dioss no, esa voz no!, no digo que odie al dueño de ella pero si él me estaba llamando eso quiere decir que el imbécil ese no anda muy lejos de aquí. Así que me hice la sorda y me senté como si nada ocurriese aquí. Pero mi tranquilidad poco duro ya que a los pocos segundos de sentarme tenía a Asher delante de mí.
- Katy
- ¡Ah, hola!- me hice la sorprendida, ya que no quería confesarle que acababa de ignorarlo completamente.
- Te estaba llamando ahora mismo, para que vinieses a sentarte con nosotros.
Fíjate tú que sentarme con "vosotros" es lo que menos me apetece ahora...
- Ehh- ¡piensa una escusa!, ¡piensa una escusa!- Muchas gracias por la invitación y eso, pero no quiero molestar y...
- ¡¿Molestar?!, tú nunca molestas... es más ¡¡tu presencia nos agrada!!, eso si- dijo acercándoseme de repente.- A algunos más que a otros.- dijo finalmente para finalizar con un guiño y una de sus sonrisas de pillo .- ¡Venga!, vamos ya.- dijo recogiendo mi bandejita con mi suculento aperitivo.
Y nada más me di la vuelta me fijé en que los otros tres hermanos habían estado prestando atención a nuestra conversación, pero al ver que yo me di cuenta de su cotilleo giraron rápidamente sus rostros. Lo que menos me apetece ahora es acercarme a allí, pero veo tan ansioso a Asher porque vaya allí que creo que a la próxima que se acerqué lo que se va a llevar va a ser a mí subida en su hombro como un saco de patatas, como hizo hace menos de una semana el imbécil de su hermano.
Así que me levanto de mi silla y agarro mi maleta y me empiezo a acercar a su mesa, como un niño en su primer día de colegio, o sea a punto de querer tirarse por la ventana.
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El destino que nos une [+18]
RomanceAlexander Spencer. Frío, calculador y mujeriego. Él es uno de los hombres más poderosos e influyentes de Inglaterra. Experto amante pero despiadado en los negocios. Katherine Walker, una mujer hermosa, independiente y soñadora. La cual no caerá ante...