Capítulo 20: Un despertar placentero

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Pov: Katherine

Un embriagador perfume llegó a mis fosas nasales y me desperté desorientada al no saber dónde me encontraba. Noté que estaba apoyada en el pecho de alguien que me abrazaba. Al abrir los ojos intento levantarme pero esos brazos me retienen abrazándome más fuerte.

Por lo que forcejeé para que me soltara, una vez lo conseguí, me aparté de esa persona que no quería soltarme y vi que era Alexander. 

- ¿Qué hace?, ¿Dónde estamos?- dije aún medio dormida.

- Estaba sujetándote para que no te cayeras, hemos bajado del avión hace un buen rato. 

- ¿Y por qué no me despertó?

- Lo intenté, pero aún así no parabas de roncar y manchar mi traje con tu baba.

- ¿Perdón?- dije cruzándome de brazos ya empezando a cabrearme, ¡este hombre me saca de mis casillas!- ¡Yo no hago eso!

- Sí que lo haces. 

- Está mintiendo.- le dije acercándome a su rostro lo más posible.

- La próxima vez si quieres te grabo, hasta puedo hacer un documental de esos que ponen en la tele con animales, pero con tus ronquidos.- me dijo sonriendo de manera burlona.

¡LO MATO!

Cierro los ojos intentando calmarme, ¡pero es que no puedo! , ¡lo único que se me pasa por la cabeza es matar a este tío!. Así que vuelvo a abrirlos y me incorporo para soltarme de su agarre, pero él ni caso sigue sin ceder. Por lo que me rindo y me acomodo en su regazo sentada, ya que esto va para largo...

- ¿A dónde vamos?

- Al hotel.- dice sin parar de mirarme, este tío esta chalado...

- ¿Y los demás?- digo mirando hacia la ventana, puesto que su mirada hace que me ponga nerviosa, y aún no entiendo por qué...

- Delante nuestra, ellos tomaron otro coche. Para que podamos ir todos más cómodos.

- ¿Y no pudiste traer a otra persona contigo?

- No...- dice agarrándome de las caderas y masajeando mi cintura.

- ¿Por qué?, ¿A quién querías que hubiese traído?

- A Vivian, por ejemplo.- digo apartando la mirada de la ventanilla del coche, para observarlo mejor.

- ¿Y por qué justamente ella cuando te puedo elegir a ti?- su comentario hace que suspire y diga.

- ¿De verdad que no te das de cuenta que Vivian esta...?- le digo pero no puedo terminar, porque de un momento para otro me agarra de la nuca y me acerca hacia él, dándome un beso lleno de deseo como el de hace menos de dos horas.

A lo que yo me dejo hacer, poniendo mis brazos alrededor de su cuello y correspondiendo con ansias. Estamos un rato así hasta que tenemos que parar por no aguantar más la respiración, Alexander apoya su rostro en mi cuello y me dice al oído susurrando.

- No sabes las ganas que tenía de hacer esto de nuevo.

A lo que yo me tenso en su regazo, y sin saber que hacer me quedo quieta esperando a que Dios, el hada madrina o quien cojones sea, me ayude para salir de esta situación. Pero nada, nada ocurre. Pero sin ni siquiera darme cuenta, una de las manos que tenía apoyada en su espalda, sube en un acto irresistible y empieza a acariciar su cuello. Mi jefe parece gustarle ya que se hecha hacia atrás cerrando los ojos, pero sin dejar de acariciarme ni separarse de mi. Por lo que yo me apoyo también en su pecho y cerrando los ojos me dejo llevar. 

El destino que nos une [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora