Pov: Alexander
Estábamos acercándonos a una especie de muelle al otro lado de la playa, dónde se podían ver varios barcos. Yo intentaba ir lo más cerca posible de Katherine y el estúpido sonrisitas, pero casi no podía ya que tenía a Vivian agarrándome del brazo, y no podía ir muy rápido ya que no se le ocurrió otra cosa que venir a dar un paseo por la playa con un vestido blanco muy estrecho, tacones altos con plataforma y ya para rematar unas gafas de sol, una pamela y un bolsito. (Ni que fuera para una boda...)
Yo intentaba ir más rápido para escuchar lo que le decía ese imbécil a Kat en el oído, mientras la tenía agarrada por los hombros y ella reía. Pero me era imposible. Cada vez que quería avanzar más rápido Vivian me gritaba que fuera más lento, y lo peor es que tenía que escuchar como mis hermanos venían detrás de mi riéndose.
Una vez llegamos hasta las escaleras de un barco, el estúpido risitas ayudó a Kat a subir entrando él primero y luego dándole la mano. Luego subí yo, pero tuve que ayudar a subir a Vivian. Cuando ya estábamos todos, el imbécil subió el ancla y fue a la cabina del barco para arrancar el motor y así a los pocos segundos el barco se empezó a mover.
- ¡Ahh!- escuché gritar a alguien.
Me di la vuelta desde dónde estaba, y me fijé en que Vivian estaba tirada en el suelo de bruces. Por lo que me acerqué a ella y la alcé con mis brazos poniéndola de pie.
- ¿Cómo se te ocurre venir en tacones si luego no sabes utilizarlos?
- ¡Claro que sé!, ¡Lo que pasa es que esta mierda de barco no para de moverse!
- ¿Vivian estás en un barco que pensabas que era?- le dije irónicamente.- Venga que te llevo a esos asientos de allí para que estés tranquila.
La agarré del brazo y la acerqué a unos asientos que estaban cerca de la proa. Una vez estaba sentada me di la vuelta para ir a ver que hacían mis hermanos y antes de poder moverme Vivian me dijo
- ¿Vas a dejarme aquí sola?
- ¡Vivian, déjame vivir, por favor!.- le grité quejándome y con eso me fui de allí dejándola con la palabra en la boca.
Caminé un poco hasta la otra parte del barco y vi que mis hermanos estaban los tres en la popa, la parte trasera del barco, me acerqué hasta ellos y empezamos a hablar un rato hasta que llegamos a una especie de acantilados, el estúpido risitas atracó el barco y rápidamente se acercó a todos nosotros.
- Bueno, este es el plan que tenemos para hoy. Primero nos pondremos el bañador y luego iremos nadando hasta las cuevas que hay en los acantilados. Daremos un paseo y luego haremos un poco de submarinismo, quien quiera. ¿Les parece bien?
Todos asentimos y nos dirigimos hacia los camarotes, que están abajo. Cada uno se metió en diferentes habitaciones para cambiarse, yo ya estaba cambiado, y a punto de salir cuando la puerta de mi camarote se abrió de golpe, era Katherine.
- Perdón.- dijo disculpándose con la intención de marcharse.
- No, puedes pasar. Ya estaba a punto de salir.
Con esto se dio la vuelta y entró adentro de la habitación apoyando su mano en la puerta, esperando a que saliera, después me miró e hizo una seña con la cabeza señalando hacia a fuera, ya que quería que me fuese, pero yo no me iba a perder el semejante espectáculo de verla en bikini. Me senté en la cama estirándome para atrás apoyándome en las manos.
- Quiero un striptease, nena.- dije sonriéndole, mientras le guiñé el ojo.
Katherine ante mi negativa de salir de ahí puso los ojos en blanco cerrando la puerta, acercándose hasta la cama. Se desabotonó el pantalón corto, que le hacía un culo tremendo, y se agachó para quitárselo finalmente. Luego agarró la parte baja de su camiseta y la subió para arriba, haciendo que mi amiguito suspirase de emoción, al ver su bikini rojo, que la hacía ver totalmente sexy.
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El destino que nos une [+18]
RomanceAlexander Spencer. Frío, calculador y mujeriego. Él es uno de los hombres más poderosos e influyentes de Inglaterra. Experto amante pero despiadado en los negocios. Katherine Walker, una mujer hermosa, independiente y soñadora. La cual no caerá ante...