Capítulo 32: No me dejes

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Pov: Alexander

Hacía unos cuántos minutos que Katherine había subido a buscar su teléfono a su despacho. A principio, después de que se marchara no me preocupé, me quedé de pie esperando a que llegase y poder irnos. Pero cuando pasaron cinco, diez, hasta quince minutos. Ahí fue cuando empecé a preocuparme pensando si podía haberse caído o cualquier otra cosa. Volví a mirar de nuevo mi reloj de mano, creo que en la vida había mirado tanto un reloj, y confundido me di cuenta que ya eran las nueve de la noche.

- Me lo parece a mí, ¿O Katherine está tardando mucho?- inquirió Asher confundido mirando su reloj.

- Voy a arriba a ver si le ha pasado algo.- les dije dándome la vuelta. 

Marqué el botón de llamada de los ascensores, y una vez se abrieron las puertas, ansioso, entré pulsando el número de la planta cerrándose las puertas inmediatamente. Dos o tres minutos pasaron después de que las puertas se abriesen de nuevo y saliese fuera. Vi que todo estaba a oscuras, todo, menos mi despacho, así que con el presentimiento y la sensación altamente fuerte de que algo estaba ocurriendo, fui acercándome poco a poco silenciosamente.

Me aproximé hasta la puerta de mi oficina, y la abrí lentamente con cuidado de no hacer ningún ruido. Dentro, pude ver como estaba Vivian sentada en un sillón con una expresión furiosa mirando continuamente en dirección a la otra parte de mi oficina. Pero aún así, viendo todo esto no entendía nada de lo que ocurría...

¿Qué estás haciendo en mi oficina Vivian?

Estaba a punto de entrar en mi oficina para descubrir de una vez que es lo que estaba ocurriendo, cuando de repente alguien tiro de mí bruscamente hacia atrás impidiéndome entrar. Me giré, confundido para ver quien demonios era y me encontré a Asher y a Edward, este último agarrándome del brazo, mientras acercaba un dedo hasta su boca, pidiéndome silencio.

Inmediatamente Edward sacó su teléfono del bolsillo interior de su chaqueta, para mostrármelo. Y en milésimas de segundos, la imagen que vieron mis ojos me dejó con el corazón en un puño.

Katherine estaba tirada en el suelo inconsciente. Se me heló la sangre en las venas, ya que no sabía si se encontraba muerta, o no.

Hasta que la oí.

La voz dulce y aguda de Katherine llegó hasta mis oídos, pero esta vez sonaba muy diferente a como se escuchaba normalmente, ahora se podía oír entrecortada y llena de hipidos, como si estuviese llorando.

-  ¿To-todo e-este tiem-po has si-do tú? 

- Sí, querida.- dijo Vivian, mientras comenzó a reír histérica. De repente se levantó y comenzó a caminar a lo largo de la oficina, hasta que llegó a mi escritorio y comenzó a rebuscar sin control.- ¿Sorprendida?

- ¿Por q-qué ha-ces e-esto?

- Me parece que no lo entiendes...Alexander, está enamorado de mí. ¡Solo que no puede verlo por tu culpa!

¿Qué?

- Vi-Vivian, de ver-verdad él no-no te quie-re, p-por que si lo es-tuviera no es-esta-estaríamos jun-juntos.

Vivian se alejó de mi escritorio y lentamente se fue acercando a Katherine, mientras entre sus manos agarraba algo fuertemente. Confundido observé con más detenimiento lo que apretaba entre sus puños llena de ira, y finalmente reparé en que era mi abrecartas.

Lo levantó en el aire y antes de que comenzase a bajarlo en dirección a Katherine, susurró

- Por eso voy hacerte esto, pero de verdad te agradezco que hayas venido hasta mí, porque me has ahorrado todo el trabajo de ir hasta tu casa, y matarte yo misma.

El destino que nos une [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora